Roma valora «la bondad» de la «experiencia espiritual» de Medjugorje
A partir de ahora el Vaticano tendrá que autorizar la publicación de los mensajes que algunos videntes aseguran seguir recibiendo
La principal ventaja de las nuevas normas para evaluar los supuestos fenómenos sobrenaturales publicadas por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano es la celeridad con la que ahora se da luz verde a la devoción y se atajan los fraudes. En apenas cinco meses se han despejado las dudas de diez casos distintos. Un verdadero acelerón, ya que desde 1950 y hasta 2024 solo pudieron confirmarse seis casos. Pero cada vez que el Vaticano echa mano de esta regulación, dada a conocer en mayo, se enfrenta a un dilema: ¿Cómo respetar la piedad popular si ya no se emiten certezas sobre las apariciones de la Virgen? «Es un tema muy complejo, porque se tocan directamente las fibras espirituales de la sensibilidad del pueblo de Dios. Solo el Papa puede declarar la sobrenaturalidad de un fenómeno», asegura la teóloga Cristina Simonelli, profesora de Teología Patrística en Milán y especialista en mariología.
El último expediente revisado ha sido el de Medjugorje. Este pueblecito de Bosnia y Herzegovina, entonces enclavado en la Yugoslavia comunista, era completamente desconocido hasta el 24 de junio de 1981, cuando seis jóvenes dijeron haber sido cegados por una intensa luz que después identificaron como la Virgen. Tres de esos niños, que son hoy sexagenarios, afirman que siguen recibiendo sus visitas. En uno de los casos cada segundo día de mes, y, en los otros dos, con una periodicidad de una al año.
Carta a los videntes
El Vaticano «no encuentra reparos» en la «experiencia espiritual» del santuario, pues «se han verificado muchos frutos positivos y no se han difundido en el pueblo de Dios efectos negativos o de riesgo». En la práctica, este nihil obstat significa que los católicos «no están obligados» a creerse las apariciones, sobre cuya verdad el dicasterio no se pronuncia, pero «se autoriza el culto público».
Pero antes de valorar la «bondad» de la experiencia espiritual de Medjugorje, que ya han visitado más de 50 millones de peregrinos, el Vaticano mandó una carta a los videntes a través del visitador apostólico de carácter especial, Aldo Cavalli. La misiva les fue leída sin darles copia y permanecerá secreta. La publicación de los mensajes —el Papa rebajó las expectativas en 2017 al advertir que la Virgen no hace de «jefa de una oficina de correos»— deberá ser autorizada a partir de ahora por el Vaticano. Cavalli deberá «verificar que, en cada publicación que recoja mensajes, se incluya el documento vaticano», aseguró el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández.
- 2008. Benedicto XVI crea una comisión internacional sobre Medjugorje.
- 2014. Tras unos seis años de trabajo, emitió su dictamen, pero no se hizo público.
- 2017. El arzobispo Henryk Hoser, nombrado enviado especial al santuario bosnio.
- 2019. El Papa permite organizar peregrinaciones a Medjugorje.
- 2021. Aldo Cavalli, nuevo visitador apostólico tras el fallecimiento de Hoser.
Para la experta Simonelli, el Vaticano ha adoptado «el camino correcto» al detenerse en la calidad de los «frutos espirituales que se derivan de esa experiencia». No hay datos actualizados, pero en 2018, el anterior visitador apostólico de la parroquia de Medjugorje, Henryk Hoser, estimó en «más de 800» el número de vocaciones vinculadas al santuario. A Hoser —que falleció en 2021— le debemos el impulso que llevó en mayo de 2019 a la autorización papal para las peregrinaciones oficiales. Desde el Centro de Información de Medjugorje aseguran que llevan desde entonces solicitando a los organizadores que orienten «fuertemente» a los que viajan hasta el santuario a aceptar que «no lo hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz». Allí tienen documentados cientos de casos de escépticos que han fortalecido su relación con Dios o incluso de adictos a las drogas que han logrado dejar de ser toxicómanos tras pasar una temporada en el santuario bosnio.
El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Fernández, aclaró que, en las supuestas apariciones en San Sebastián de Garabandal (Santander), el Vaticano entiende que «no hay elementos» que permitan concluir que son auténticas. El mismo juicio emitió en relación a la supuesta visión de la Virgen de los Dolores en El Escorial. Señaló que en las nuevas normas —publicadas en mayo— estos casos podrían corresponder a la etiqueta curatur, es decir, que «se detectan elementos problemáticos, pero al mismo tiempo existe ya una amplia difusión del fenómeno y una presencia de frutos espirituales asociados a él y que pueden verificarse».