Un realismo esperanzado

A lo largo de la historia de la humanidad han sido muchos los que han intentado dar una explicación racional al problema del dolor. También desde la fe católica se han hecho numerosos análisis teológicos e interpretaciones. Entonces, ¿qué aporta el libro que hoy reseñamos? Hay cuatro aspectos que merece la pena destacar. Primero, el punto de partida. Dios hecho hombre, la carne del Verbo. La encarnación es el fundamento de nuestra fe y es esto lo que nos permite adentrarnos en el misterio del sufrimiento. «Todos los gestos de Jesús apuntan a una verdad fundamental: el Amor —con mayúsculas— descendió a la intemperie del desamor, rebajándose, exponiéndose al rechazo de sus criaturas. Ciertamente, la encarnación es la locura de un Dios enamorado».

En segundo lugar, este libro es fruto de la reflexión, nos obliga a pensar sobre el sufrimiento y nos impide mirar a otro lado ante el dolor propio y ajeno. Es una reflexión que no deja frío, sino que abre la puerta a la esperanza.

Tercero. Nos invita a meditar. Este texto no es un conjunto de teorías o recetas, sino que es el fruto de la propia oración de Andrés que se ha puesto delante del Crucificado, porque solo desde la fe podemos encontrar sentido al sufrimiento y «porque en pensar y escudriñar lo que el Señor pasó por nosotros, nos mueve a compasión», en palabras de santa Teresa citadas por nuestro autor.

Y cuarto y último. Estas páginas nos mueven a la súplica, porque «cuando nos golpea el sufrimiento, alzamos la mirada a Cristo». En esos momentos el corazón y la razón buscan motivos de esperanza. Este libro nos muestra que la súplica del que sufre y eleva sus ojos a aquel que por amor ha entregado su vida por nosotros, encuentra respuesta porque «cuando a un cristiano le golpea la enfermedad, no se recrea en ella, pero asocia sus sufrimientos a la pasión de Cristo, de tal modo que ese sufrimiento ofrecido trasciende y queda despojado de su peor potencia: el sinsentido».

Nos encontramos, por tanto, ante una extraordinaria síntesis teológica que Andrés ha orado y ha hecho vida propia. Magníficamente escrito, combina maravillosamente la profundidad teológica y la divulgación. En resumen y parafraseando a un profesor que después de leer un texto de Von Balthasar, dijo: «¡Qué bello! No se entiende», me atrevo a decir de este libro: ¡Qué bello! Se entiende todo.

Heridas de Cristo, Heridas del mundo

Autor:

Andrés Eduardo García Infante

Editorial:

PPC

Año de publicación:

2024

Páginas:

160

Precio:

16 €