Solo una pequeña parte de las obras del Jubileo estarán acabadas a final de año
El arzobispo Rino Fisichella y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, asumen que algunas finalizarán en marzo de 2025 y, las de los barrios más periféricos, el próximo verano
A falta de cien días para la apertura de la Puerta Santa en el Jubileo de 2025, Roberto Gualtieri, alcalde de Roma, ha afirmado que «estamos dentro de plazo» para acabar las obras que se han acometido para la ocasión. Aunque solo se refiere a la pequeña parte que tiene prevista su finalización antes del próximo 24 de diciembre. El resto de intervenciones concluirán presumiblemente en marzo, ya con el año santo en marcha, y otras durante el verano de 2025, como las que atravesará el barrio periférico de Tor Vergata. Según el alcalde, tales plazos se explican porque esas otras intervenciones se realizarán «con» el Jubileo en vez de «para» él.
Según han recogido los medios vaticanos, Gualtieri se ha felicitado durante el evento Globalizar la solidaridad por los avances de la aún inacabada obra en Piazza Pia alegando que, cuando llegue a término, esta habrá durado «menos de dos años, de enero de 2023 a diciembre de 2024». «Es un récord, algo que nunca ha ocurrido en Italia», ha añadido.
Por su parte, el arzobispo Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, se ha mostrado optimista de que los últimos flecos se resolverán a mayor velocidad según se acerque la cita. «Estamos recibiendo miles de inscripciones de peregrinos, la máquina que ya estaba en marcha se dinamizará y estaremos preparados», ha prometido. Por el momento, diferentes proyecciones estiman que 32 millones de peregrinos acudirán a Roma durante el año santo. «En las diócesis de todo el mundo veo mucho interés», ha insistido el pro-prefecto.
Contra la deuda externa y la pena de muerte
Aparte de valorar los preparativos para el Jubileo, Fisichella ha condenado la existencia de «aspectos paradójicos en el mundo». «La riqueza aumenta para unos pocos y la pobreza aumenta para muchos más», ha criticado poniendo como ejemplo la situación de «países enteros que viven por debajo del umbral de la pobreza».
También ha protestado contra la pervivencia de la deuda externa que asfixia a esas naciones. «No es casualidad que, en el documento de proclamación del Jubileo, el Papa haga una llamada apremiante a los grandes de la tierra para que piensen en los grandes problemas», ha opinado. Finalmente, ha llamado a «combatir, allí donde esté presente, la pena de muerte».