Daniel Vega: «Hay gente que no tiene acceso a los servicios de salud mental»

¿Qué es Kalmer?
Es una aplicación orientada al manejo de la autolesión, pero que también pretende actuar en la intervención. Está basada en la evidencia y enfocada para jóvenes y adultos que tienen problemas con la autolesión o con la regulación emocional. Es un tratamiento breve en forma de aplicación móvil que quiere ser un soporte o un apoyo a los tratamientos convencionales, aunque está aún en fase experimental gracias a la ayuda de la Fundación La Marató de Tv3. 

¿Cómo funciona?
A diferencia de otras aplicaciones, debe ser indicada por un profesional. No está contemplada que sea de acceso libre, al menos de entrada. La idea es que cuando un profesional, principalmente de la salud, se encuentre con una persona con este tipo de problema le explique cómo descargarla. Kalmer le irá preguntando cada día cómo está, cómo se siente emocionalmente, en sus relaciones sociales o sobre la autolesión. En función de cómo se vaya contestando, la aplicación va orientando ciertas intervenciones de diferente intensidad; desde pautas muy concretas hasta vídeos más elaborados para que se hagan ciertos ejercicios o adopten determinadas actitudes.

¿Cómo nace la idea de crear esta aplicación?
Surgió en base al trabajo colaborativo de muchos expertos en el tema, porque veíamos que no podíamos llegar a toda la gente que se autolesionaba. Muchos de nosotros trabajamos en hospitales y acabamos viendo solo una pequeña parte, pero sabemos que hay toda una población que tiene difícil acceso a los servicios de salud mental públicos y que no tienen la posibilidad de hacer un tratamiento. También pensamos en el contexto actual; todo el mundo tiene móvil y especialmente los jóvenes están mucho tiempo conectados. Esto lo vimos como una oportunidad para poder tener acceso a esos chavales que están en riesgo y poder estructurar un tratamiento de baja intensidad, es decir, sin ir a un hospital o sin tener que hacer visitas, sino que lo puedan hacer de manera autónoma. Necesitamos acceder al máximo número de personas y a veces es difícil.

¿A qué perfil está especialmente dirigida Kalmer?
Sobre todo a adolescentes y adultos más jóvenes, en la franja de entre los 14 y los 24 años, que se estén autolesionando como una expresión o como un síntoma dentro de un contexto de cierto malestar emocional o de dificultad de regulación de las emociones y que necesiten ayuda de manera más o menos inmediata durante un tiempo concreto. En este sentido, se pueden beneficiar de Kalmer como un primer tratamiento o como un primer abordaje.

¿Hay preocupación entre los profesionales de la salud por esta tendencia de los jóvenes a autolesionarse?
Sí, hace unos años no era un fenómeno tan frecuente y, cuando empezó a ser más habitual, las alarmas se dispararon. También se ha ido normalizando; ya no es tan raro observar esta conducta y poco a poco se ha incrementado y se ha convertido en algo normal entre los jóvenes. Y eso es preocupante. También sabemos que es un fenómeno que «se contagia» fácilmente a través de las redes sociales y eso nos inquieta mucho. Además, cuando la autolesión es recurrente, sabemos que puede ser un factor de riesgo para el suicidio.