Excepcional hallazgo arqueológico en la catedral de Málaga - Alfa y Omega

Excepcional hallazgo arqueológico en la catedral de Málaga

Las obras del templo han sacado a la luz más de 9.000 piezas que se remontan hasta el Calcolítico, «un salto temporal», de más de 1.000 años en la historia de la ciudad hasta ahora conocida

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Juan de Dios Ramírez con algunos de los restos encontrados en la catedral
Juan de Dios Ramírez con algunos de los restos encontrados en la catedral. Foto: EFE / María Alonso.

Nunca hacer un agujero de siete por siete metros en el suelo ha dado para tanto. Un descubrimiento arqueológico excepcional ha tenido lugar en la catedral de Málaga, durante unas obras de renovación del templo. «Y eso que lo que estábamos restaurando era el tejado», exclama con humor Juan de Dios Ramírez, arqueólogo responsable de las excavaciones.

«Ha sido una paradoja», añade en esta línea, mientras explica que al excavar la tierra para colocar una grúa que permitiera intervenir en el tejado «hemos descubierto los cimientos del origen de la ciudad». Los casi cinco metros de profundidad que se realizaron en la tierra han sacado a la luz restos arqueológicos hasta ahora desconocidos, pues hasta la fecha los vestigios más antiguos datan de finales de la Edad del Bronce, hacia el 1.000 antes de Cristo, pero ahora han encontrado objetos que se remontan más allá de la llegada de los fenicios.

«Ha sido como realizar un corte en el suelo para ver la historia de Málaga», cuenta Ramírez. De este modo, al bajar se han ido encontrando «toda una ocupación continuada» enhebrada de elementos bizantinos, romanos y fenicios, para después hallar restos de cerámica del Calcolítico inéditos en el centro de la ciudad.

Este legado calcolítico, a base de piezas de platos, cuencos y distintas vasijas, del que hasta ahora no se tenía noticia, permite certificar «un salto temporal de más de 1.000 años en la cronología conocida de la ciudad de Málaga», señala el arquitecto responsable de las excavaciones.

Lo que comienza ahora es «un proceso muy largo de laboratorio y de inventario» con los vestigios encontrados, un hallazgo al que se podrían añadir nuevas piezas en las próximas excavaciones a realizar en la zona norte de la catedral.