El Papa pide a los capuchinos que no se centren en lo mundano - Alfa y Omega

El Papa pide a los capuchinos que no se centren en lo mundano

Han mantenido audiencia con Francisco con motivo de su capítulo general. El Pontífice les ha invitado a «vigilar para que en el centro no se pongan los recursos económicos, los cálculos humanos o realidades de otro tipo»

Ángeles Conde Mir
El Papa saluda al ministro general de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, fra Roberto Genuin. Foto: Vatican Media

Ni a las puertas de la gira por Asia y Oceanía que está a punto de emprender, el Papa Francisco se da un respiro en su agenda de trabajo. Este sábado ha mantenido varias audiencias, entre ellas, una con el capítulo general de la orden de los Hermanos Menores Capuchinos.

El Pontífice ha centrado sus palabras en tres dimensiones de la espiritualidad franciscana. Por un lado, la fraternidad, característica propia del fundador, san Francisco de Asís. Ha insistido el Papa en que nadie es una isla y en que se crece en el amor saliendo de uno mismo. En ese sentido, ha animado a los capuchinos a no perder de vista que toda su labor tiene que tener en el centro a la persona, por encima de cualquier otro cálculo mundano.

«No os habéis reunido parar optimizar, como por desgracia se suele decir, los recursos humanos de la orden, ni para mejorar su funcionamiento ni para preservar sus estructuras», ha señalado. Así, les ha invitado a «vigilar para que en el centro no se pongan los recursos económicos, los cálculos humanos o realidades de otro tipo; son instrumentos útiles, de los que hay que preocuparse, pero siempre como medios, nunca como fines».

El segundo aspecto que ha destacado sobre la espiritualidad franciscana es la disponibilidad. Ha recordado que los franciscanos tienen fama de estar dispuestos a ir donde se les pida y que su estilo abierto da testimonio de la caridad. Por eso, representan a la Iglesia misionera y en salida, les ha dicho.

«Un signo importante, especialmente en tiempos como los nuestros, marcados por conflictos y cerrazones, donde la indiferencia y el egoísmo parecen prevalecer sobre la disponibilidad, sobre el respeto y sobre el compartir con consecuencias graves y evidentes como la explotación de los pobres y la destrucción ambiental», ha asegurado el Papa quien ha pedido a los frailes que sean siempre abiertos y libres para ir donde Dios les llame sin buscar el reconocimiento.

La tercera dimensión franciscana que ha subrayado es el compromiso con la paz que los capuchinos demuestran a través de su apertura y cercanía. El Pontífice les ha recordado que la cercanía a los demás nace de la fe en Dios que hace de ellos un instrumento.

Francisco les ha dicho dos cosas más. En primer lugar, que perseveren anunciando a Dios tras los pasos del Poverello de Asís. La segunda que cuiden la formación, «porque sin formación no hay futuro».

Por último, en unas palabras improvisadas, se ha referido a los capuchinos que conoció en Argentina como «grandes confesores». En concreto, aunque sin nombrarlo, ha mencionado a Luis Pascual Dri, al que creó cardenal en el último consistorio. Un sacerdote que perdona tanto que pide perdón al Señor por haberlo hecho.