La fe de los deportistas de París 2024 - Alfa y Omega

La fe de los deportistas de París 2024

Oros olímpicos como Djokovic o Sydney McLaughlin-Levrone han declarado abiertamente que su triunfo en las olimpiadas «viene de Dios»

Ángeles Conde Mir
El tenista serbio apunta al cielo tras hacerse con el oro olímpico. Foto: París 2024

Más allá de la polémica «Última Cena» en la ceremonia de inauguración de los Juegos, los numerosos ejemplos de espiritualidad en los atletas también han caracterizado la competición. Muchos de ellos no han tenido ningún complejo en confesar su fe o dar abiertamente gracias a Dios por sus logros.

Así lo hizo la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone. Hija de atletas olímpicos, ha conseguido dos medallas de oro en París. Una en los 400 metros vallas, batiendo además el récord mundial que ella misma estableciera en Tokio 2020, y otra en los 400 metros por relevos. Entre ambas olimpiadas, sufrió una lesión que hundió su ánimo. Sin embargo, afirma que pudo superar los obstáculos, esta vez los de la pista de la vida, gracias a la fe. En la rueda de presa posterior a haber conseguido el oro olímpico aseguraba a los periodistas que todo era obra de Dios. «Solo quiero seguir mejorando y tengo una plataforma para glorificar a Dios. Siempre que piso la pista dirijo una oración a Dios: “Déjame ser el recipiente en que seas glorificado’». Contaba que, sabiendo que Dios iba a ser glorificado a través de ella, podía correr con libertad y sin temor.

Lindon Victor ganó el bronce en una de las pruebas más duras, el decathlon. Compitió por su Granada natal, en el Caribe, aunque estudió en Estados Unidos. Completó su formación universitaria en el Benedictine College, de Kansas, donde le recuerdan como un gran deportista y un joven devoto. «Estoy verdaderamente agradecido porque sé que estoy aquí por la gracia de Dios. Pienso siempre en aquel hombre al que le fueron entregados 10 talentos. Dios me ha dado estos talentos y la mejor forma de recompensarlo es sacarles provecho al máximo», comentaba en redes sociales. «Todo esto es gracias a Dios», decía a la prensa a la que también confesaba que había sido sostenido por las oraciones de su familia.

Por su parte, Yemisi Ogunleye celebraba su oro ante el mundo cantando una canción gospel.

La atleta alemana venció el oro en lanzamiento de peso. Consiguió la medalla en el último intento en el que se lo jugaba todo. Asegura que pensó: «Dios, ahora es el momento, muestra al mundo que eres real y que contigo todo es posible». Dice que experimentó gran tranquilidad y alegría nada más pronunciar esa oración y que tuvo fe. Al caer el peso a 20 metros y saber que era campeona olímpica, cuenta que se quedó «maravillada» por lo que Dios había hecho.

En este repaso también hay algunos nombres ultrafamosos, como el de Novak Djokovic. Celebró su oro olímpico entre lágrimas y santiguándose. Como en muchas otras ocasiones, al ser preguntado qué sentía por esta medalla, respondía: «Dios es grande. Todo es gracias a Dios». El tenista serbio ha donado en beneficencia los 200.000 euros con los que le premiaba el gobierno serbio.