¿Qué pasaría si España llega a los penaltis en la final de la Eurocopa? Comillas responde - Alfa y Omega

¿Qué pasaría si España llega a los penaltis en la final de la Eurocopa? Comillas responde

Un estudio de la universidad de los jesuitas analiza cómo se comportan los futbolistas durante los lanzamientos del punto de penalti utilizando la teoría de juegos

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El portero español Unai Simón ataja un penalti durante el partido con Croacia el 15 de junio
El portero español Unai Simón ataja un penalti durante el partido con Croacia el 15 de junio. Foto: EFE / EPA / Robert Ghement.

Hace unas semanas, Gonzalo Gómez Bengoechea y Juan Sentana, profesores de Economía de Comillas ICADE, se dieron cuenta de que muchos jugadores de fútbol juegan a las consolas, y se preguntaron si su comportamiento con los mandos estaba relacionado con su actitud ante el punto de penalti en la vida real. De ahí que se lanzaran a realizar un estudio sobre cómo se comportan los futbolistas durante los penaltis utilizando las matemáticas y la estadística.

Para realizarlo se han valido de la teoría de juegos elaborada por el matemático John Nash, «que observa cómo se comportan las personas en situaciones estratégicas, como por ejemplo qué precio pone el propietario de un hotel a sus habitaciones», explica Juan Sentana. En este caso, «esta persona se preocupa por los precios de otros hoteles de la zona, es decir, el teorema apunta a lo óptimo que pude hacer una persona considerando lo que van a hacer los otros. Exactamente como un penalti».

La investigación ha contado con la colaboración de los jugadores de la Unión Deportiva Sanse, de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, y ha constatado que la estrategia utilizada por los lanzadores coincide con la de los porteros en un 40,2 % de los lanzamientos reales, y en un 45,75 % en la consola. Curiosamente, tanto los lanzadores como los porteros eligen el centro de la portería con más frecuencia en la consola (60,45 % frente a 44,93 %). Y también ha observado que la probabilidad de meter gol es mucho mayor en el campo (75,88 %) que en la consola (42,24 %).

Todo esto resultaría de mucha utilidad a los equipos si jugadores y porteros actuaran siempre igual, «pero la vida real es más compleja y menos predecible», asegura el profesor de Comillas.

La dificultad de averiguar dónde va a tirar el penalti un jugador aumenta «si suele tirarlos a zonas de manera aleatoria», añade. Además, «a la hora de la verdad, con 80.000 personas en el estadio y la presión del lanzamiento, aunque tuvieras una ingente cantidad de datos la resolución del lanzamiento es impredecible».

Eso sí, hay un gol seguro, «el que tiene lugar cuando el jugador tira a la escuadra de la portería», revela Sentana. Por eso, aunque entrenadores y porteros estudien a fondo los perfiles de lanzamiento de sus rivales, o incluso aunque la IA se desarrolle también en este campo, «al final es el factor humano el que decide si la pelota entra o no». Por eso, el investigador concluye con humor que «ojalá no lleguemos a los penaltis el domingo en la final de la Eurocopa» que enfrenta a España e Inglaterra.

La fe de Luis de la Fuente
El seleccionador español este viernes, antes de la final de la Eurocopa

Después de una exitosa carrera profesional como futbolista que le llevó a ganar dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España con el Athletic de Bilbao, Luis de la Fuente fichó por el Sevilla y después por el Deportivo Alavés, donde se retiró. Más tarde se formó como entrenador y pasó a desempeñar este oficio con las selecciones españolas sub-19, sub-21 y sub-23, hasta tomar las riendas de la selección absoluta, con la que está a las puertas de disputar la final de la Eurocopa.

En todo este recorrido, una compañera fundamental ha sido y está siendo la fe. «Durante mi vida he tenido muchas dudas y he estado alejado de la religión, pero en un momento de mi vida, decidí acercarme de nuevo y apoyarme en Dios para todo lo que hago», contaba recientemente en una entrevista a El Mundo. Y a los micrófonos de la cadena COPE explicaba que su costumbre de santiguarse antes de cada partido «es fe», y que «cuando me preguntan si soy supersticioso, siempre digo lo mismo, que no. Es simplemente fe».