El barrio de Shejaiya, en Gaza, es «inhabitable» tras los últimos ataques de Israel

La Defensa Civil de la Franja de Gaza ha rescatado hasta ahora 60 cuerpos en el barrio de Shejaiya tras la retirada de las tropas israelíes el miércoles, pero advierte de que aún hay decenas de cadáveres atrapados bajo los escombros. Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil, ha declarado en una rueda de prensa cubierta por la agencia EFE que Shejaiya es «inhabitable» debido a la falta de servicios vitales como salud, electricidad y agua.

Según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, al menos 50 personas han muerto y 54 han resultado heridas en las últimas 24 horas debido a los ataques israelíes. Basal ha informado de que más del 85 % de los edificios de Shejaiya están derrumbados y la única clínica que quedaba en el barrio, y que atendía a más de 60.000 personas, ha sido completamente destruida.

El portavoz ha denunciado además que algunas zonas del barrio son inaccesibles para los equipos de rescate debido a la destrucción y al riesgo de nuevos ataques. Los supervivientes han afirmado que el Ejército israelí atacó a los desplazados tras haberles dado garantías de seguridad para abandonar la zona. «Toda la zona se ha convertido en una ciudad fantasma y no es apta para vivir», ha lamentado Basal.

Cuarta operación en Shejaiya

El Ejército israelí concluyó el miércoles su cuarta operación militar en Shejaiya. La tercera fue hace dos semanas. Entonces, según estos militares, mataron a unos 150 milicianos de Hamás y destruyeron ocho túneles. La tercera incursión sucedió en abril y la primera en diciembre.

En aquella primera operación en Shejaiya, el Ejército israelí mató a tres rehenes por error cuando salieron con los brazos en alto y banderas blancas pidiendo auxilio, pues los militares interpretaron aquella rendición como una trampa. El mismo día que concluyó aquella incursión en Shejaiya, Israel ordenó la evacuación de toda la ciudad de Gaza.

A la población que queda en Gaza se le ha requerido varias veces desplazarse a la «zona segura« de Deir al Balah, en el centro de la Franja, pero las organizaciones humanitarias denuncian que no existe un lugar verdaderamente seguro. Nueve meses de guerra han dejado 38.345 palestinos muertos, entre ellos más de 16.000 niños, y 88.295 heridos.