La vida es sueño: el riesgo valiente de un clásico bien resuelto - Alfa y Omega

Acercarse a un clásico estrenado en 1635 como La vida es sueño a estas alturas siempre es un riesgo que pocas compañías pueden permitirse. En el caso del Teatro Prosperidad, se convierte en un compromiso con un bagaje anterior muy bien sustentado con montajes como La dama de las Camelias, Don Juan o un próximo, sugerente e inédito Conde de Montecristo

El resultado es más que satisfactorio para los 3.319 versos, en su mayoría romances y redondillas, que milagrosamente se hacen comprensibles en un texto de algo más de dos horas que no resulta pesado y nos acerca con fluidez a este drama filosófico, como lo definió en su momento Menéndez Pelayo. No nos es ajeno su contenido, al contrario, como ocurre con los grandes textos, consigue mantenerse actual con una viveza que relata la lucha constante entre el bien y el mal, la libertad contra el destino, la vida como un sueño, la justicia dudosa o el poder de reyes ante sus súbditos… en fin, un abanico de temas que pueden sugerir fácilmente sus alter ego en la sociedad actual.

Sin llegar a ser la soberbia última puesta en escena de Pérez de la Fuente o la mítica de Tamayo, para resolver toda esta trama con enjundia, tenemos a 14 actores, encabezados por el director de la sala y de la obra, y en el papel de Segismundo, Ángel Cercós, que resuelve con eficacia y talento un papel emblemático y siempre complicado. Su partner en la gerencia de la sala, Montse Martínez, encarna a una Rosaura de carácter que destila experiencia. El susceptible rey Basilio lo encarna soberbiamente Antonio Mayans, hombre de larguísima andadura en el mundo del cine que ejerce su madura sapiencia dándole al monarca las dosis necesarias de cercanía sin perder un ápice de su rancia elegancia.

Sorprende muy gratamente la fresca interpretación de Hermes Jáudenes en el papel de Clarín, que nos brinda un respiro con un deje de sonrisa inspirador cada vez que aparece, o la dulce y convincente interpretación de rostro suave y sereno de Isabel Garzo en el papel de Estrella. Siguiendo con el recorrido del elenco, la experiencia y enigmática voz de Ángel Amorós como el carcelero Clotaldo aporta fuerza y solemnidad al conjunto y se remata con Coán Gómez que defiende el desagradable papel de Astolfo. Estará en cartel hasta mediados de mayo sólo sábados y domingos en horario de tarde.

Como contrapunto, el vestuario y la puesta en escena resultan limitados, pero cumplen con su función a la perfección como se cumple también el deseo manifestado de Ángel Cercós para mantenerse fiel a los clásicos, siempre desde el respeto y el cariño. Misión conseguida.

La vida es sueño

★★★★☆

Teatro:

Teatro Prosperidad

Dirección:

Calle Mantuano, 29

Metro:

Prosperidad y Cruz del Rayo

OBRA FINALIZADA