El Papa cierra el curso con dos migrantes que han plasmado su periplo en libros - Alfa y Omega

El Papa cierra el curso con dos migrantes que han plasmado su periplo en libros

El gambiano Ebrima Kuyateh salió de Gambia con menos de 18 años para buscar un futuro mejor en un país cercano y acabó en Italia dos años después

María Martínez López
El Papa Francisco durante su encuentro con un grupo de migrantes el pasado 2 de julio
El Papa Francisco durante su encuentro con un grupo de migrantes el pasado 2 de julio. Foto Vatican News.

Ebrima Kuyateh tenía menos de 18 años cuando en 2012 decidió dejar Gambia. Su padre acababa de morir y esperaba encontrar en otras tierras los medios para labrar un futuro mejor para sí mismo y su familia. Pensaba que el viaje sería breve y en un primer momento no entraba en sus planes llegar hasta Europa. Pero el trayecto —a Senegal, de ahí a Malí, Burkina Faso, Níger y Libia, atravesando el desierto— no parecía llevarle a un lugar en el que colmar sus esperanzas; todo lo contrario. Se encontró en una Libia marcada por la guerra civil y la trata de personas.

Finalmente, dos años después, Kuyateh logró embarcarse rumbo a Italia. Terminó en Carpi, al norte del país. Allí conoció a los voluntarios de la organización Migrantes Carpi, con los que acabó trabando amistad. En especial con Giulia Bassoli, una voluntaria, con la que tiempo después escribió a cuatro manos su peripecia. La obra se titula Yo y mis pies descalzos, y se publicó en 2021 con prólogo del arzobispo de Módena Nonantola y obispo de Carpi, Erio Castellucci.

El pasado martes, el gambiano pudo presentar su relato al Papa Francisco, en un encuentro que cerró el curso del Pontífice, antes del descanso estival. Con él estaba también Ibrahim Lo, senegalés, que comparte su experiencia migratoria y el haberla plasmado en papel. En su caso, ha escrito Pan y agua. De Senegal a Italia pasando por Libia y Mi voz. Desde las costas de África hasta las calles de Europa.

Junto a Kutayeh y Lo participó en la visita Pato, el marido de Fati y padre de Marie, la madre y niña que murieron de sed en el desierto el año pasado. Pato ya había tenido ocasión de conocer y recibir el abrazo del Santo Padre en noviembre de 2023. Los acompañaban Stefano Croci, director de Migrantes Capri; Giulia Bassoli, coatura del libro de Kuyateh; Luca Casarini, fundador de la ONG Mediterranea Saving Humans e invitado especial del Sínodo; Mattia Ferrari, capellán de la organización, y la relgiosa Adriana Dominici, consagrada de Spin Time Labs en Roma.

Para el sacerdote fue un «gran momento de gracia». Kuyateh y Lo estaban deseosos de conocer al Papa o, como se refieren a él, «el padre», pues a pesar de pertenecer a distintas religiones lo ven como un «pastor de todos», relata. La experiencia con todos ellos, comenta Ferrari, demuestra cuán cierta es «la experiencia que se tiene en el mar y en tierra: que cuando ayudamos o acogemos a los pobres, a los inmigrantes, ellos son los que nos ayudan, ellos nos salvan». Y que «en el amor, en la fraternidad que se vive con los pobres, con los migrantes, se experimenta realmente la salvación».

Fue uno de los últimos actos del Santo Padre antes de reducir su actividad en verano. A partir de este miércoles y hasta agosto, han quedado suspendidas todas las audiencias, las generales de los miércoles, las particulares y las especiales. La primera audiencia general el miércoles 7 de agosto de 2024. Es de prever que, además del descanso, el Pontífice dedique estas semanas a preparar el viaje más largo de su pontificado. Del 2 al 13 de septiembre, visitará Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.