Existimos para ti, Pilar

Está apaciblemente sentada en su silla de leer. Sostiene entre sus manos una publicación en papel de periódico —¡ay, casi un milagro, una imagen para muchos condenada al pasado y para otros, el símbolo de un nuevo renacer del conocimiento!—. Distingo una cara conocida en la contraportada: Patricia Simón, con el libro en el que nos propone vencer el miedo. 

La ávida lectora está enfrascada en las páginas de este semanario, sí. Y un alma buena me manda la foto para alegrarme la jornada. Pilar Marqués tiene nada menos que 95 años, vive sola y es «fiel lectora del semanario, casi los colecciona en su mesita», me chiva el observador inesperado. Me emociona hasta la lágrima verla, con su vestido coral y sus manos ajadas de décadas de trabajo, que ahora descansan embadurnándose de tinta. Benditos dedos negros de pasar hojas recién salidas del quiosco. No pocos me repiten constantemente que el lector de papel es eminentemente mayor y hay que ampliar el público objetivo. No lo niego. Lo pienso. Lo hago. Pero que me perdonen si me aferro a lo analógico solo por ella. Ojalá siempre existir para que Pilar pueda agolparnos en su mesilla. No imagino otros ojos mejores.