Licia Verde: «La ciencia y la religión no están en conflicto»

¿Qué impresión se ha traído de vuelta de la cita académica en el observatorio vaticano de Castel Gandolfo de hace unos días?
Era un congreso dedicado a celebrar la obra y el trabajo de Georges Lemaître y se habló, por ejemplo, de la detección de las ondas gravitacionales. Me impresionó que fuera un congreso de amplio espectro argumental porque normalmente este tipo de encuentros se centran en temas muy específicos y se invitan a expertos muy focalizados en su propia investigación, pero creo que el Vaticano logró aunar diferentes perspectivas. Había incluso un humanista experto en la obra de Lemaître desde el punto de vista histórico y filosófico. Esto es ya en sí mismo un milagro, porque los científicos solemos centrarnos en nuestros temas y no compartirlo con otros que no sean de nuestro mismo sector.

Podemos afirmar entonces que el objetivo del Vaticano de fomentar una fructífera interacción entre los participantes se logró.
Ciertamente, sí.

¿Cuál fue su aportación como cosmóloga en el congreso?
Dedicamos una mañana entera a un problema descubierto hace siete años que se evidencia en la llamada constante de Hubble. El valor de este parámetro del modelo estándar derivado de observaciones del universo más temprano (por ejemplo, el fondo cósmico de microondas), no coincide exactamente con el que obtenemos hoy midiendo directamente distancias y velocidades, por ejemplo, con las estrellas cefeidas. La desviación es pequeña, entre un 5 y 7 %, pero las barras de error se han hecho tan pequeñas que la desviación es significativa. La comunidad científica todavía no ha llegado a un consenso sobre el origen de esta discrepancia.

¿Puede explicarse mejor?
Hoy en día, hay un número que representa la velocidad de expansión del universo que se puede medir localmente a través de la velocidad de alejamiento de los objetos. Pero cuando medimos el parámetro del modelo que describe todo el universo, no sale el mismo número y eso es un problema.

¿Eso quiere decir que hay fallos en ese modelo estándar de la cosmología?
El valor del parámetro del modelo que describe todo el universo es un modelo que funciona muy bien y nadie en la comunidad científica se atreve a decir que está equivocado. Hasta ahora el modelo ha sobrevivido a una avalancha de observaciones, test y pruebas. Con pocos parámetros, esta forma describe muy bien las observaciones del universo, desde poco después del big bang hasta la actualidad, y en escalas que van desde el horizonte que observamos hasta cúmulos de galaxias. Además, el valor de esos parámetros es siempre el mismo dentro de los márgenes de error. Para todas las observaciones, con distintos objetos, desde la luz del universo primigenio hasta posiblemente las propiedades estadísticas de las galaxias, pero con una excepción: el valor de la velocidad de expansión del universo a día de hoy, la constante de Hubble.

¿Pero ya no podemos confiar en ese modelo?
Si se pudiera descartar definitivamente un efecto instrumental o un error en las medidas, entonces esto podría ser una señal de que hay fisuras en el modelo estándar, pero mientras no haya ese consenso, seguimos confiando en él.

¿Qué pensó cuando le llegó la invitación a este encuentro?
Hay muchos congresos que están concebidos como máquinas para hacer dinero. Esas invitaciones tal y como llegan, las cancelo. Sin embargo, este era interesante y organizado por una institución muy seria.

 ¿Cómo fue la audiencia con el Papa?
Fue un momento muy significativo e importante. Casi no tengo palabras para describirlo. Me encantó su discurso en el que dejó claro que la ciencia y la religión no están en conflicto.

¿Cree que esto es un argumento compartido por la comunidad científica en general?
En términos generales, en la comunidad científica no se habla de religión ni de ningún otro argumento que no sea la investigación que está haciendo cada uno. Pero no debería sorprender, por ejemplo como en el caso de Georges Lemaître, que fue un científico que después encontró su vocación de sacerdote.