Los catequistas de Getafe podrán aprender lengua de signos en una nueva escuela diocesana
«Si queremos transmitir la fe a alguien con otra manera de comunicarse, tenemos que aprenderla», explica Mayte Escobar, responsable del Área de Pastoral con Personas con Discapacidad
Ha nacido en la diócesis de Getafe la primera escuela de lengua de signos para catequistas. Se trata de una formación diocesana pionera que se impartirá en la parroquia San Esteban Protomártir de Fuenlabrada y que ha sido promovida por el Área de Pastoral con Personas con Discapacidad, que forma parte de la Vicaría Episcopal para la Evangelización y la Transmisión de la Fe.
La escuela, de carácter gratuito, comenzará a funcionar el próximo curso con el nivel principiante y tiene el objetivo de formar específicamente a los catequistas en esta lengua con el objetivo de que la Palabra de Dios llegue al mayor número de personas posible.
Mayte Escobar, responsable del Área de Pastoral con Personas con Discapacidad, explica en conversación con Alfa y Omega que la idea nació después de trabajar el tema de las personas sordas y sus necesidades en la formación de catequistas. «Vinieron de la parroquia de Santa María del Silencio para ayudarnos y orientarnos y con ellos vino Josué Cuesta, un joven de la parroquia de Fuenlabrada que había estado aprendiendo lengua de signos con ellos», relata. «Él ha sido el promotor de todo esto con su deseo de llevar la Palabra de Dios a todos».
Junto a Josué Cuesta también estará Antonio Meléndez, profesor de LSE y catequista en Santa María del Silencio y que ha sido quien ha diseñado el programa. Ellos dos serán los responsables de poner en marcha esta escuela que quiere ser «referencia para personas y familiares de personas sordas, que puedan ir y saber que va a haber gente con la que se puedan comunicar y compartir la fe».
Escobar opina que lo ideal sería que en las diócesis se diera más importancia al aprendizaje de lengua de signos «para no perdernos el encuentro con tantos hermanos sordos». A la vez, «me parece más interesante que en cada parroquia haya una persona que sepa lengua de signos y no que haya una parroquia centralizada», y se pregunta «por qué nosotros podemos ir a nuestra parroquia más cercana y ellos tienen que desplazarse para vivir su fe».
Se busca que esta escuela para aprender lengua de signos sea una herramienta evangelizadora más, que hará posible el acercamiento de la fe y la catequesis a las personas con discapacidad auditiva. Tal y como explica Escobar, «si queremos transmitir la fe a alguien con otra manera de comunicarse, tenemos que aprenderla». Además, asegura que la diócesis lo está viviendo «con mucha ilusión» y que la iniciativa está teniendo muy buena acogida por parte de los feligreses.
Las clases se impartirán a partir de octubre y tendrán lugar todos los martes de 17:30 a 18:45 horas. Aún están abiertas las inscripciones, que se pueden hacer en este enlace.