Iceta es nombrado comisario pontificio para el caso de las clarisas de Belorado - Alfa y Omega

Iceta es nombrado comisario pontificio para el caso de las clarisas de Belorado

«El arzobispo tiene ahora que hablar con cada una de las hermanas para ver lo que piensan y por qué han actuado así. Estamos en vías de solución», ha explicado el nuncio en España

José Calderero de Aldecoa
Iceta ha sido nombrado comisario de las clarisas de Belorado
Iceta ha sido nombrado comisario de las clarisas de Belorado. Foto: EFE / Santi Otero.

La Santa Sede ha nombrado al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, comisario pontificio para los conventos de Belorado, Orduña y Derio. De esta forma, Roma trata de avanzar en la solución de la ruptura de la comunión por parte de las clarisas de Belorado, quienes anunciaron en un manifiesto que dejaban de pertenecer a la Iglesia católica y que se adherían a la autodenominada Pía Unión de San Pablo Apóstol, encabezada por el sacerdote excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

El nombramiento fue adelantado por el nuncio en España, Bernardito Auza, antes de una charla en Logroño organizada por La Bitácora XXI. Antes de su intervención, ante las preguntas de los periodistas, el diplomático filipino anunció el nombramiento de la Santa Sede. El propio interesado se había enterado unas pocas horas antes cuando el propio Auza se reunió con él en Madrid para comunicarle la decisión que traía de Roma.

«El arzobispo Iceta tiene ahora que hablar con cada una de las hermanas para ver lo que piensan y por qué han actuado así. Estamos en vías de solución», explicó Bernardito Auza según la prensa local. Y añadió: «El arzobispo es muy sereno y cuenta con la colaboración de la Conferencia Episcopal Española».

De esta forma, Mario Iceta tiene ahora el control y la representación de los tres conventos, así como la gestión de todo el patrimonio. Así será hasta que se solucione el caso; algo nada sencillo teniendo en cuenta que las religiosas se han declarado en rebeldía y no reconocen ni siquiera la autoridad del Papa y, mucho menos, la de Iceta. Este tiene previsto actuar con mano izquierda, tratando de evitar el enroque de las monjas.