La tentación de la que previno el Santo Padre a OMP: «Presentar un catálogo de conversiones»
Según el Papa, la «misión cristiana» consiste en que los demás «tengan la experiencia del amor de Dios»
«La misión cristiana no es transmitir verdades abstractas o convicciones religiosas sino, sobre todo, hacer que aquellos con quienes nos encontramos tengan la experiencia fundamental del amor de Dios», ha dicho el Papa en la mañana del 25 de mayo durante la visita de los miembros en la Asamblea General de la Red Universal de Oración y Caridad, organizada por Obras Misionales Pontificias (OMP).
En este encuentro han participado delegados de más de 120 países, así como representantes del Dicasterio para la Evangelización, incluidos el cardenal Luis Antonio Tagle y los arzobispos Fortunato Nwachukwu y Emilio Nappa. El Pontífice ha pedido a los presentes no dejarse «robar la libertad creativa misionera». Citando a san Maximiliano María Kolbe, ha insistido en que «solo el amor crea». También que «la creatividad evangélica brota del amor divino y que toda actividad misionera es creativa en la medida en que la caridad de Cristo es su origen, su forma y su fin».
Francisco ha narrado con cierta resignación cómo, en una reciente Jornada Mundial de la Juventud, una mujer presumía ante él de haber convertido a un chico y una chica. «Es muy feo presentar un catálogo de conversiones», ha matizado el Santo Padre. Y ha llamado a desarrollar una «espiritualidad de comunión misionera, que es la base del camino sinodal de la Iglesia de hoy». Una forma de aproximarse a la fe que, para completarse, requiere «que haya oportunidades de formación».
El Papa ha elogiado los esfuerzos para organizar colectas destinadas a los fondos de solidaridad universal para las misiones. Ha instado encontrar nuevos modos para fomentar la participación de personas, grupos e instituciones en estas iniciativas y ha tenido un pensamiento especial para la Obra de la Santa Infancia, que siembra el gusanillo de la misión en los niños, viajen al extranjero en el futuro o no.
Francisco ha llamado profundizar en la «tenacidad», una virtud que ha definido como «firmeza y perseverancia en el propósito y en la acción». Como ejemplo, ha puesto a los católicos martirizados en Kivu del Norte (República Democrática del Congo) y los 21 coptos asesinados por su fe en Libia. Finalmente, ha concluido su discurso pidiendo a sus visitantes que «no se dejen desanimar y sigan adelante con firmeza y perseverancia».