María San Gil: «Es escandaloso que vivamos como si ETA no hubiese existido»
El Centro de Estudios, Formación y Análisis Social del CEU presenta su informe La legitimación democrática de ETA: causas, responsables y consecuencias. «Es perverso que los terroristas hayan sido incorporados a las instituciones democráticas como miembros de pleno derecho», denuncia la directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo
«Lo que ha habido en los últimos años es un auténtico blanqueamiento de la marca ETA», afirma María San Gil, directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo, al hilo de la presentación el lunes del informe La legitimación democrática de ETA: causas, responsables y consecuencias, a cargo del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social del CEU.
«Si hace años nos hubieran dicho que Otegui iba a ser el socio político del Gobierno, no nos lo habríamos creído», señala, al igual que «nos habría parecido también inverosímil ver salir a los asesinos de la cárcel sin colaborar con la justicia en el esclarecimiento de sus crímenes».
El informe se publica a las puertas de las elecciones autonómicas del País Vasco, «aunque lo venimos preparando desde hace tiempo», explica San Gil. En él aparece una cronología completa de los hitos principales que han llevado a la homologación democrática de la banda terrorista, así como un análisis de las causas de esta legitimación y sus consecuencias.
Tras más de 50 años de atentados, secuestros y extorsiones, «ETA está más cerca que nunca de alcanzar su proyecto político, nunca han tenido tanto poder. Es escandaloso que ahora vivamos como si no hubiese existido», lamenta la directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo. Gracias al apoyo del brazo político de ETA, «el PSOE está en la Moncloa, y es responsable junto con el PNV de este blanqueamiento». Por eso, «la que pierde con todo esto es la sociedad vasca y la democracia», dice.
En opinión de María San Gil, estás décadas de terrorismo «han desembocado en que sus autores tengan el premio de ser incorporados a las instituciones democráticas como miembros de pleno derecho. Es perverso: han matado cientos de personas buscando un objetivo, y ahora para concedérselo basta con que dejen de matar. Les ha salido muy rentable».
Por último, San Gil recuerda a las víctimas del terrorismo de ETA, las grandes olvidadas en todo este proceso: «la inmensa mayoría de la sociedad sabe que tenemos una deuda pendiente con estas personas. Hay más de 350 crímenes sin resolver, familias truncadas, secuestros, miles de familias que han tenido que salir por miedo del País Vasco… Todo eso la gente lo tiene que saber a la hora de votar el domingo. El resultado electoral está adulterado, porque ha sido depurado por el terror que representa Bildu».