Los jesuitas «nos negamos a callar» ante la guerra en Gaza
La Compañía de Jesús considera «inaceptable» que, a pesar de los intentos y en todo este tiempo de guerra, «nadie haya sido capaz de detener la matanza»
A punto de cumplirse siete meses desde el inicio del conflicto en Gaza, la Compañía de Jesús ha hecho público un comunicado pidiendo un alto al fuego inmediato y condenando la grave situación de violencia. Además, hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para detener el derramamiento de sangre y la liberación de rehenes.
El escrito, que comienza con un rotundo «nos negamos a callar», denuncia que la muerte y la destrucción siguen reinando en Gaza y se están extendiendo a otros países vecinos de Oriente Medio. También resalta la terrible hambruna y la propagación de enfermedades en la región. «Además de las vidas apagadas hay cientos de miles de vidas arruinadas, heridos, personas sin hogar y ahora hambrientos», declaran.
Los jesuitas consideran «inaceptable» que, a pesar de los intentos y en todo este tiempo de guerra, «nadie haya sido capaz de detener la matanza». Un conflicto en el que la tensión se dispara día tras día con intensos bombardeos y cuya cifra de muertos se eleva a más de 30.000 personas, el 70 % civiles incluidos menores de edad. Ante esta situación, «reiteramos nuestro compromiso de no permanecer en silencio», aseguran los jesuitas.
«Es escandaloso que nadie haya sido capaz de garantizar que los residentes en Gaza tengan suficiente para comer», continúa el comunicado, «y es vergonzoso que nadie haya pedido cuentas a los belicistas». Además, recuerdan que el conflicto está teniendo lugar «en una tierra llamada a ser santa» y que estamos viendo «cómo supura como una herida abierta».
La Compañía de Jesús recalca que «la elección de la venganza sobre la reconciliación, de la injusticia sobre la justicia y de la violencia sobre el diálogo, es una elección y no un destino predestinado», y recuerdan que ellos han estado comprometidos durante décadas con las comunidades y sociedades de Oriente Medio. Unidos a la voz del Papa Francisco que dijo en el ángelus del pasado 8 de octubre que «toda guerra es una derrota» los jesuitas hacen un llamamiento a un alto al fuego inmediato, a la liberación de todos los rehenes, a retomar las negociaciones e iniciar un proceso de paz.