Consideraron a Isabel la Católica «santa» un mes después de morir
La peregrinación por el 520 aniversario de las exequias de la reina Isabel la Católica en la iglesia de Montserrat en Roma impulsa su beatificación
En los funerales de la reina Isabel la Católica en la iglesia de Santiago de los españoles de Roma se gastó una tonelada y media de cera para las velas que iluminaron la ceremonia. Un dato recogido por los archivos históricos de la época que demuestra el fasto y el esplendor con el que la Curia romana lloró el fallecimiento de la mujer que creyó en el proyecto de Colón y organizó el Gobierno de España en torno a la unidad de los católicos. «La noticia de su muerte el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo llegó a Roma con un mes de retraso aproximadamente y sorprendió e impactó mucho porque era muy querida en los ambientes vaticanos», asegura José María Gómez, maestre del Capítulo Isabel la Católica. Junto con el Arzobispado de Valladolid y la comisión que lidera la causa de canonización organizó una peregrinación a Roma para pedirle a Francisco que impulse el proceso para ser elevada a los altares. Precisamente una de las pruebas que —a su juicio— acreditan la santidad de Isabel fue la homilía que pronunció durante las exequias en Roma el obispo de Acqui (Países Bajos), Ludovico Bruno. «No asistió Julio II porque no era la tradición prevista para un Papa en el siglo XVI, pero sí lo hizo toda su familia cercana», explican. Bruno «realizó un memorable panegírico. Exaltó sus virtudes como defensora de la fe dentro de los reinos de la península hispánica, al vencer al islam y extendiéndola por el nuevo mundo; y como protectora de la Iglesia católica española del peligro que suponía la proximidad de los judíos», resalta Gómez. El sermón original deja patente que tan solo un mes después de su fallecimiento «se la consideró santa». El documento histórico, recuperado «con gran emoción» por el director de la Comisión Isabel la Católica para la Causa de Beatificación de la Reina, José Luis Rubio Willen, es «importantísimo para el proceso de beatificación»: en él se juzga que la persona «haya muerto en olor de santidad, emanando un perfume de imitación a Cristo y a sus grandes devociones».
Lunes 26 Inauguración de un busto en la capilla de la iglesia de Montserrat donde están enterrados los Papas de ascendencia hispánica y donde fue el funeral de la reina.
Martes 27 Investidura de nuevas damas y caballeros y entrega de diplomas de caballeros de honor a personalidades del mundo cultural americano.
Miércoles 28 Participación en la audiencia general con el Papa. Tenían previsto saludarle y pedirle que proclame las virtudes heroicas de la reina pero fue imposible por el proceso gripal de Francisco.
El sacerdote también está dedicado a derrumbar la leyenda negra que rodea a la piadosa, pero tenaz y orgullosa monarca española. Hasta hoy llegan los rumores sobre la falta de higiene de la reina Trastámara o los que la tachan de xenófoba por la expulsión de los judíos. Sin embargo, España fue «el penúltimo país en expulsar a los judíos antes de Portugal». Además «se les dio la opción de quedarse si se convertían». Los Reyes Católicos «vivieron rodeados de judíos, no les daban problemas», pero acabaron adecuándose a los usos de la época. Los reinos europeos ya habían expulsado a los judíos con más brutalidad tiempo atrás, como demuestra el hecho de que la mayoría de los afectados por el edicto promulgado en Granada el 31 de marzo de 1492 fueran descendientes de los judíos expulsados siglos antes en Francia e Inglaterra. El experto asegura que la madeja de agravios que rodean a la monarca nacen de «la envidia» que profesaban a España otras naciones. En todo caso, «han quedado fuera de la extensa investigación histórica» que se presentó en 1990 ante la entonces llamada Congregación para las Causas de los Santos como parte del proceso de beatificación, que arrancó en 1958 en la archidiócesis de Valladolid. La comisión que trabaja para la canonización de la reina, que cuenta con un foro donde pueden enviarse testimonios sobre milagros y favores atribuidos a su intercesión, lleva activa más de 65 años. En 1990, el Vaticano aprobó la positio histórica sobre la monarca. Desde entonces ha habido pocas novedades. No obstante, Rubio Willen niega que haya un estancamiento: «Comparado con otros es un proceso relativamente corto. Pensemos que a santa Beatriz de Silva, la fundadora de la Orden de la Inmaculada Concepción que se extendió rápidamente con decenas de conventos por Europa y América, tardaron más de cuatro siglos en beatificarla», indica. «Los santos los da Dios. No los da el hombre, ni siquiera el Papa», remacha.
La peregrinación a Roma incluyó la inauguración de un busto en bronce de la reina junto al sepulcro de Alejandro VI en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat; la investidura de los nuevos caballeros y damas del Capítulo; un acto académico junto con los prefectos del Dicasterio para la Cultura y la Educación y del Discaterio para la Causas de los Santos, los cardenales José Tolentino de Mendonça y Marcello Semeraro, y participar en la audiencia general con el Papa. Un ejemplo más de su responsabilidad de «difundir la devoción a la reina en el mundo».
1958: Decreto de apertura de la Causa.
1970: Autorización del proceso diocesano por parte de la Congregación para las Causas de los Santos.
1972: Presentación de los 27 volúmenes de investigación histórica ante el Tribunal Diocesano.
1990: Presentación de la positio histórica en el Officium Historicum de la Congregación para las Causas de los Santos.
1993: El cardenal Ángel Suquía, presidente de la Conferencia Episcopal Española, solicita al Papa la agilización de los trámites de la causa.