El Papa destaca «la opción por los últimos» de Mama Antula
Francisco recibe a más de 300 peregrinos argentinos a dos días de la canonización de su compatriota. «La caridad de Mama Antula, sobre todo en el servicio a los más necesitados, se impone con gran fuerza en medio de esta sociedad», les ha dicho
«Mama Antula es un regalo para el pueblo argentino, pero también para toda la Iglesia», ha afirmado el Papa Francisco este viernes a un grupo de compatriotas desplazados a Roma para la canonización el domingo de esta religiosa, informa Vatican News.
Más de 300 peregrinos provenientes de Argentina, junto a varios obispos y numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas, se han reunido en la Sala Clementina del Vaticano para saludar al Santo Padre en un breve pero sentido encuentro, donde la protagonista ha sido María Antonia de San José de Paz y Figueroa.
«La caridad de Mama Antula, sobre todo en el servicio a los más necesitados, hoy se impone con gran fuerza en medio de esta sociedad que corre el riesgo de olvidar que el individualismo radical es el virus más difícil de vencer», ha subrayado el Pontífice. La futura santa es, para Francisco, un ejemplo «que reaviva la opción por los últimos y por aquellos que la sociedad descarta y desecha». La misma beta emprendió así un camino «que implica confianza y abandono», como cuando llegó solo con un crucifijo y descalza a Buenos Aires, «porque no había puesto su seguridad en sí misma, sino en Dios», ha explicado el Papa.
El Santo Padre ha destacado también la espiritualidad ignaciana de la beata Mama Antula, que la llevó, cuando fue suprimida la Compañía de Jesús, a impartir ella misma los ejercicios espirituales. Esa labor «no le fue fácil», especialmente ante la aversión que se había propiciado contra los jesuitas, y que la obligó a impartir las meditaciones en la clandestinidad, pues estaban prohibidas.
«No rendirnos ante la adversidad y no desistir en la misión de llevar el Evangelio a todos» es otro mensaje que ha destacado el Papa sobre Mama Antula. Esto puede suceder a veces, «en un ambiente árido» en la propia familia o el lugar de trabajo, pero «arraigados en el Señor debemos ver en esto una ocasión en la que podemos desafiar nuestro entorno para llevar la alegría del Evangelio». Por último, el Papa ha incidido en la devoción que la beata tenía a san José y en su ardor por la Eucaristía, «la cual debe ser el centro de nuestra vida y la fuerza para realizar nuestro apostolado».