El Salvador se encamina a las urnas con Bukele como candidato favorito

El próximo 4 de febrero, El Salvador vivirá las elecciones generales más atípicas desde la restauración de la democracia en 1985. El presidente Nayib Bukele, en el poder desde junio de 2019, busca revalidar su cargo pese a la prohibición constitucional que impide la reelección. A pesar de ello, el Tribunal Supremo no puso objeciones a la candidatura de Bukele, al que todas las encuestas dan como ganador. El actual mandatario salvadoreño goza de una intención de voto del 81,9 %, según el Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (UCA).

Desde la Iglesia católica también se percibe un ambiente «anómalo», reconoce Samuel Elías Bolaños, obispo de Zacatecoluca, debido a la «excesiva aprobación» del presidente y a la práctica inexistencia de liderazgos en los partidos políticos tradicionales que puedan ser un contrapeso efectivo al mandatario. El episcopado, sin embargo, valora el trabajo del Ejecutivo en el ámbito de la seguridad, cuyo resultado estaría detrás de la gran popularidad de la que goza Bukele. «La gente está muy contenta», asegura Bolaños en entrevista con este semanario. «Su obra más grande es haber metido a los pandilleros en la cárcel». Una operación que ha tenido «como resultado la tranquilidad que el país está viviendo. Ya no tenemos extorsiones a granel como antes, ya no hay muertes. Ahora la gente puede salir y disfrutar a las seis de la tarde. Antes era imposible», explica el obispo.

La situación empezó a cambiar con el régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022 y prorrogado 22 veces. Desde entonces, 75.000 mareros han sido detenidos dentro de este marco de supresión de garantías procesales, que ha recibido fuertes críticas por parte de organismos de derechos humanos. Según la organización Cristosal, hasta el 9 de enero existían 3.695 personas que presuntamente habían padecido detenciones arbitrarias u otras formas de abusos contra sus derechos.

También la Iglesia, a través del cardenal Gregorio Rosa Chávez se ha pronunciado contra la que ha sido la medida estrella de la administración de Bukele. «Ninguna persona que crea en la dignidad humana puede estar de acuerdo con esta política. En la propuesta del Gobierno no hay ningún componente de rehabilitación. El pandillero ha sido demonizado de tal manera que está destinado a morir en la cárcel», denunciaba el obispo auxiliar emérito de San Salvador en una entrevista con Alfa y Omega en abril de 2023.

Un arma en la cabeza

Cuando Bukele asumió la presidencia de El Salvador, la tasa de homicidios era de 38,18 por cada 100.000 habitantes y la capital, San Salvador, estaba ubicada dentro del ranking de las 50 ciudades más peligrosas del mundo. En este contexto, la Administración decidió emprender una campaña contra las maras, que controlaban amplias zonas del país por medio de actividades delictivas como extorsiones, robos, tráfico de armas y drogas.

«Todo el que entraba en el territorio de una mara tenía que pagar una cuota para poder pasar. Mucha gente cerró sus negocios porque era insostenible pagar a las pandillas y no tener ganancias», asegura Dustten Castro, que ha vivido en sus propias carnes la presión de vivir en una zona marcada por la violencia. «Yo trabajaba en un colegio dando clases y tenía que tomar un autobús para recorrer no más de 100 metros y así evitar encontrarme con los mareros. A pesar de ello, más de una vez me pusieron un arma en la cabeza», denuncia este ingeniero informático y docente universitario de 41 años, originario de Apopa.

No obstante, la fijación del presidente con la seguridad ha provocado que se hayan quedado pendientes temas como el coste de la cesta de la compra, incentivar la creación de empleo, evitar que se cometan abusos durante el estado de excepción vigente y que el uso de fondos estatales para obras públicas se realice con transparencia. Bolaños insta a reflexionar sobre todo ello antes de emitir el voto y pide una participación masiva. Así «estamos ratificando la democracia», concluye.

2019

• 1 de abril: Bukele asume la presidencia prometiendo luchar contra las maras y la corrupción.
• 20 de junio: Bukele lanza su estrategia de guerra contra las maras, el Plan Control Territorial.

2020

• 9 de febrero: El presidente entra con militares a la Asamblea Legislativa y amenaza con disolverla.

2022

• 22 de marzo: La Asamblea aprueba un estado de excepción ante el repunte de la violencia.

2023

• 26 de octubre: Bukele se inscribe como candidato a la reelección por el partido Nuevas Ideas.

2024

• 4 de febrero: Seis millones de salvadoreños están llamados a las urnas para elegir al nuevo presidente.