El régimen de Ortega detiene a Carlos Avilés, vicario general de Managua
La detención del sacerdote se ha producido solo un día después de que la vicepresidenta atribuyera a algunos sacerdotes «palabras y sentimientos diabólicos»
Según ha revelado a través de su cuenta en X (antes Twitter) la abogada Martha Patricia Molina, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha detenido en la mañana del 28 de diciembre a Carlos Avilés, vicario general de la arquidiócesis de Managua. «El Ministerio del Interior amanece realizando su primera arbitrariedad», ha escrito en la red social esta letrada, que ha documentado en el pasado los ataques del sandinismo a la Iglesia. A su juicio, «la vida de monseñor Avilés se encuentra en peligro». Por ello pide «que la dictadura respete su integridad física».
La detención del vicario general se ha producido tan solo un día después de unas declaraciones anticlericales de la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, quien el 27 de diciembre sostuvo en una de las televisiones del régimen que hay sacerdotes que «con palabras y sentimientos diabólicos hablan de la fe». «Los verdaderos diablos son los que tocaban las campanas para mandar a matar a nuestro pueblo», sentenció entonces Murillo, quien acostumbra a presentare a sí misma como la lideresa espiritual del país.
Entrevistado por este semanario, Carlos Avilés ya sostuvo en junio de 2022 que desde el régimen «nos castigan para que nos quedemos callados y no sigamos caminando con el pueblo, pero no decir lo que está pasando nos convertiría en cómplices». «Quieren una Iglesia muda; pero no hablar sería pecado», añadió entonces.
Carlos Avilés no es el único cargo de la Iglesia nicaragüense detenido. El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, fue detenido por la Policía sandinista el 19 de agosto de 2022 y condenado el 10 de febrero a más de 26 años de prisión. También el obispo de Siuna, Isidoro del Carmen Mora Ortega, fue detenido el 20 de diciembre por decir en una homilía que «estamos siempre unidos rezando por la amada diócesis de Matagalpa, rezando por monseñor Rolando y por el caminar de cada uno de ustedes». Aquel mismo día un grupo de policías y paramilitares lo interceptó mientras se dirigía a celebrar Misa a una siguiente parroquia y se encuentra actualmente en paradero desconocido.