Elena Gutiérrez-Bolívar: «Más allá de los casos falsos, es necesario tener altura de miras»
Con un lustro dedicado a la atención integral de las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, la Asociación Betania pide que se trabaje de «forma profesional para verificar los casos» y que el foco «no son los números»
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha anunciado un plan de reparación integral para las víctimas de abusos. Ustedes ya tienen trayectoria en este ámbito. ¿Les han pedido ayuda?
No.
En base a su experiencia, ¿cuáles son los puntos imprescindibles que deberían aparecer en ese plan?
Yo te puedo hablar del modelo que tenemos en Betania, que es el que hemos desarrollado, con el que estamos trabajando y que vemos que funciona. Hay tres necesidades básicas que son la escucha, que la víctima sea reconocida como víctima y la reparación. Es un proceso que se extiende a lo largo de meses. Tenemos un primer equipo de acogida que se encarga del contacto inicial. En esa fase se escucha el relato de lo que ha sucedido, pero no se trata de algo rápido. Al contrario. La persona revive sucesos muy dolorosos y hay sesiones en las que se avanza más y otras en las que se avanza menos porque es necesario dejar un espacio para rearmarse por dentro. Hay que tener en cuenta que las víctimas suelen estar muy tocadas. Una vez se completa esta parte, es importantísimo que la persona ponga por escrito los hechos. Pensemos que son delitos que se producen en la intimidad, en los que las pruebas son prácticamente inexistentes, por lo que tener un relato en papel de lo sucedido es una prueba esencial. A partir de ahí, la víctima, que es quien dirige el proceso, decide qué hacer. Hay quien opta por dejarlo ahí y hay otros que quieren ser reparados. En este último caso interviene nuestro equipo de reparación. Por resumir, solemos hablar de reparación moral —hay víctimas que piden que la institución, por ejemplo, pida perdón— y reparación material y económica.
Desde la CEE se acaba de anunciar la reparación de todas las víctimas que hayan sufrido un delito, aunque haya prescrito o aunque el victimario haya fallecido. ¿Cómo valoran desde su asociación esta medida?
Es una gran alegría. Genera esperanza. Es la primera vez que vemos una respuesta así. Ahora bien, nos preocupa el tiempo. Es habitual ver cómo se dilatan los procesos y es importante que eso no suceda en esta ocasión.
Ustedes llevan un lustro trabajando en la atención a las víctimas. ¿Llega tarde la CEE a esta cuestión de la reparación integral?
Esa pregunta se la tiene que responder cada uno. Nosotros estamos trabajando desde 2019 porque creíamos que no había una respuesta adecuada. Además, muchos de los miembros de Betania son gente de Iglesia que, en un momento dado, han alzado su voz y han dicho: «Oye, aquí hay un daño que hay que atender». Y, por otro lado, hay que aclarar que la Iglesia no es solo la jerarquía, todos somos un poco responsables de no haber dado en su momento una respuesta adecuada.
¿Cómo recibieron las víctimas con las que trabajan el informe del Defensor del Pueblo? Se ha criticado que el Parlamento encargara un informe centrado en la la Iglesia.
No dudo de que el impulso de pedirle al Defensor un informe sobre los abusos sexuales en la Iglesia tenga un toque político, seguramente sí, pero esta realidad hay que atenderla. La otra también, por supuesto. Yo creo que la sociedad tiene que ponerse en pie y decir basta a todos los casos de abusos. En cualquier caso, las víctimas recibieron con alegría el informe. Lo que no ha sentado tan bien es la respuesta que han dado en la prensa ciertos miembros de la Iglesia, centrándose en los números. El foco no son los números, el foco debe estar en lo que está ocurriendo. Mira, ayer mismo estuve con una víctima que al ver la respuesta que la Iglesia había dado al informe del Defensor del Pueblo se fue a contar su caso a Gabilondo, cosa que no había hecho antes.
Hace poco saltó una polémica porque un grupo de personas colaron deliberadamente un falso caso de abusos en la investigación del Defensor del Pueblo y de El País. ¿Cómo se ha percibido esta polémica desde el entorno de las víctimas?
Ha sido muy reciente y todavía no he tenido feedback por parte de las víctimas, pero digo lo mismo de antes. Es muy triste que se ponga el foco en este asunto, cuando lo que está ocurriendo es que hay personas afectadas a las que hay que reparar. Puede haber algún caso falso en esos informes que citas, pero más allá de esos casos, creo que hay que tener altura de miras.
¿Cómo se puede verificar un caso, sin revictimizar a las víctimas, para no incluir casos falsos en las investigaciones?
Si las cosas se hacen de forma profesional no hay posibilidad para incluir un caso falso. Nosotros acompañamos durante meses a las víctimas. No es que alguien te cuente su historia y lo publiques al día siguiente. Ni mucho menos. De hecho, te confirmo que de los 130 casos que hemos visto no hay ninguno falso.