La reunión del Papa y el episcopado español transcurre sin sobresaltos: «No era un tirón de orejas»
El presidente de la CEE ha recalcado que estamos en un cambio de época y Francisco quiere que estemos preparados
La reunión del Papa Francisco el 28 de noviembre en el Vaticano con casi 80 obispos españoles sobre la situación de los seminarios ha tratado estrictamente sobre el tema. Ni se ha barajado la actualidad política, ni se ha abordado el informe presentado por el Defensor del Pueblo sobre los abusos en el seno de la Iglesia. «Se han desinflado dos globos: que nos tiraran de las orejas por algo muy malo que hubiera sucedido en España y que el Papa estuviera mal de salud», ha declarado en Roma el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española. «En dos horas que ha estado con nosotros no ha tosido ni una vez», ha añadido en una rueda de prensa en el Pontificio Colegio Español de San José en la que Alfa y Omega ha estado presente.
El cardenal Omella ha valorado muy positivamente el encuentro con el Papa, quien «para una cosa importante como los seminarios, quería hablar con nosotros y escucharnos personalmente». Ha recalcado que «estamos en un cambio de época muy importante y nos tenemos que preparar». Y ha compartido la receta que les ha encargado Francisco: «Tenemos que formar hombres muy maduros, pero enraizados en Jesucristo, que tengan en los pies en el suelo y amen a la tierra y a la gente». «A mí me ha impresionado, ese es el Papa», ha confesado. Y ha asegurado que el Pontífice «estima mucho a España y ha hablado con corazón de pastor».
Necesidad de formación integral
Durante la reunión, «hemos mantenido una conversación extensa, interesante y muy cordial sobre los seminarios en España y la necesidad de formación integral», ha revelado César García Magán, secretario general y portavoz de la CEE. Según el también obispo auxiliar de Toledo, se abordó «la experiencia pastoral de los seminaristas y la importancia de los diferentes campos de formación: humana, espiritual, académica, teológica y pastoral». A su juicio, «para responder a las necesidades que tiene hoy la Iglesia, un pastor tiene que aprender a acompañar y apacentar a pueblo de Dios».
Asimismo, Magán ha recalcado también el diálogo que han mantenido con el Dicasterio para el Clero «para desarrollar las recomendaciones para formar sacerdotes misioneros para una Iglesia en salida». El texto del documento de trabajo «requiere que en los próximos años se afronte con flexibilidad, sin rigores, adaptándose a las circunstancias de cada provincia eclesiástica y diócesis», ha explicado el portavoz de la CEE. Y ha revelado que se ha nombrado a Jesús Vidal, presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios y obispo auxiliar de Madrid, «referente para este proceso de discernimiento».
Por alusiones, Jesús Vidal ha explicado que la española, «ha sido de las primeras conferencias episcopales que ha actualizado la Ratio fundamentalis» —su adaptación del plan de formación del Vaticano para los seminarios de todo el mundo—. Ha subrayado la importancia que da el Papa a la dimensión comunitaria de la formación y a que «el sacerdote sea un hombre capaz de generar diálogo». Por último ha revelado que la adaptación española de la Ratio fundamentalis, cuyo título es Formar pastores misioneros, aborda una de las tareas encargadas por el Sínodo: promover una mayor participación de las mujeres en la formación de los nuevos sacerdotes. Un proceso en el que «progresivamente se va avanzando» porque «muchos seminarios tienen mujeres en el ámbito de la psicología, en el ámbito de la vida consagrada y cada vez hay más facultades donde hay doctoras en Teología que dan clase».