Los obispos se comprometen a «ser transparentes» y a «rendir cuentas»
Antes de poner punto y final a la Asamblea Plenaria, los prelados han aprobado un mensaje sobre los abusos dirigido a todo el pueblo de Dios
Reunidos en Asamblea Plenaria, los obispos españoles han aprobado este viernes un mensaje al pueblo de Dios titulado Enviados a acoger, sanar y reconstruir, en el que piden perdón a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia y se comprometen a «ser transparentes» y a «rendir cuentas». «Los abusos a menores nos han llenado de tristeza. Como en otras ocasiones, queremos expresar sin ambages el dolor, la vergüenza y la pesadumbre que causa en nosotros esta realidad que traiciona el mensaje del Evangelio. De ninguna manera, pretendemos buscar excusas o justificaciones para eludir cualquier responsabilidad que pueda correspondernos como Iglesia», subrayan.
Al mismo tiempo, reiteran su «más sincera petición de perdón» a todas las personas que han sufrido debido a estas «execrables acciones», especialmente a las víctimas y sus familias. Pedir perdón, indican en un mensaje recogido por Europa Press, «es reconocer nuestra limitación, nuestra pobreza, nuestra debilidad, nuestra falta de coraje. Sabemos que el daño y el dolor causados son imborrables, pero pedir perdón y perdonar es el primer paso para sanar las heridas».
Además, señalan que «el sufrimiento lo han causado no solo los abusos sino también el modo en que, a veces, se han tratado». «No hay palabras suficientes para expresar cuánto lamentamos el dolor de las víctimas, así como la traición cometida por parte de algunos miembros de nuestras comunidades. Estos actos, que no son solo pecados sino también delitos, son incompatibles con los valores fundamentales de nuestra fe», añaden.
Por ello, se comprometen «a ser transparentes» en este proceso y a «rendir cuentas ante las víctimas, la Iglesia y Dios». Recuerdan que desde 2001 están trabajando para luchar contra los abusos, revisando sus protocolos de seguridad y formación. Este año, la Conferencia Episcopal Española, a partir del trabajo realizado por las Oficinas de protección de menores, elaboró su propio informe, Para dar luz, que recogía 728 testimonios de víctimas, desde la década de 1940 hasta la actualidad.
El último paso que han dado, según recuerdan, es el plan de reparación a las víctimas que tendrá tres líneas de acción: la atención a las víctimas; la reparación integral y la formación.
Además, los obispos destacan que «la rápida apreciación de los abusos, que es esencial para poder actuar con prontitud, debe conducir inmediatamente a la denuncia, en los ámbitos canónico, civil y penal» iniciándose así «la actuación judicial que es imprescindible en el camino de la reparación».
En este sentido, precisan que, «en el contexto legal, la determinación de si un acto constituye delito de abuso y quién es responsable de dicho hecho delictivo corresponde a la autoridad judicial, como asimismo las medidas legales que pueden ser tomadas en consecuencia». Sin embargo, advierten de que «poner el foco únicamente en la Iglesia es desenfocar el problema». Por ello piden que «las recomendaciones y las medidas» no solo se dirijan a ellos, sino a toda la sociedad.
Finalmente, los obispos dicen que «no es justo atribuir a todos el mal causado por algunos» y, por ello, animan a los fieles a arropar a laicos, misioneros, consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos, que más allá de sus «limitaciones y fragilidades», se «entregan cada día» y cumplen con una misión «muy difícil y no siempre reconocida». También ofrecen su experiencia para ayudar a cualquier otra institución a luchar contra los abusos.