Matan a otra cristiana en Gaza: «Dispararon contra los que quisieron ayudarla»
Elham Farah, una anciana profesora de música implicada en la parroquia católica, recibió un disparo el domingo cuando intentaba comprobar que su casa estaba bien
Continúa la operación por tierra del Ejército israelí en Gaza. El mayor foco de atención de las últimas horas es la toma de los centros de mando de Hamás, anunciada el pasado martes, y el asalto de los soldados al Hospital Al Shifa, donde afirman que están llevando a cabo una «operación precisa y localizada» contra las instalaciones y los túneles de esta entidad terrorista. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha calificado este miércoles dichos ataques como «totalmente inaceptables».
Mientras tanto, al margen del desarrollo de los acontecimientos a gran escala, la comunidad católica de la Franja está de luto. El párroco de la Sagrada Familia, Gabriel Romanelli, anunció el pasado martes la muerte de una de sus feligresas, Elham Farah, de 84 años. Lo hizo a través de un videomensaje como los que cada pocos días hace llegar desde Jerusalén, donde se encuentra después de que el estallido del conflicto lo sorprendiera en Belén y no pudiera volver a Gaza.
Farah, soltera, era profesora de música y muy querida. De origen ortodoxo griego, pasó tiempo en una comunidad baptista y los últimos años estuvo muy cercana a la parroquia católica. «Vivía, rezaba y participaba de todo», como atestiguan algunas fotos en las que está tocando el teclado para la comunidad.
Desde el comienzo de los enfrentamientos, se había refugiado en la parroquia. Sin embargo, le preocupaba el estado de su casa, en el barrio de Rimal, e intentaba ir de vez en cuando a comprobar que todo estaba bien. «El viernes pasado me logró llamar en la noche, en un momento que tuvieron señal, y me decía “fui a buscar algunas cosas”». El domingo a última hora de la tarde volvió a intentarlo, a pesar de que «le dijeron que no fuera», porque estaba presente el Ejército israelí y «había muchos enfrentamientos».
Llamó estando herida
«Pero ella fue de todas maneras. En el camino, le dispararon a las piernas». Tirada en el suelo, aún «pudo hacer algunas llamadas diciendo cómo estaba. Vecinos musulmanes quisieron ayudarla, pero también dispararon contra ellos. Nadie pudo llegar y murió en ese lugar». De hecho, Romanelli aseguraba el martes que el cuerpo todavía no había sido recuperado.
Lo ocurrido ha supuesto «un dolor enorme por la muerte de una persona querida de una manera tan trágica y deleznable». Y con el añadido de que «no haya sido tratada como un ser humano». Sin embargo, el sacerdote se despide de ella y de los cristianos fallecidos en el derrumbamiento de un edificio ortodoxo el 19 de octubre —Helen, Viola, Tarek, Abdelnul, Suhel, Judy…— con un «hasta el regreso, el encuentro en el cielo con todos los santos».
Mientras tanto, sigue pidiendo que «recen mucho por la comunidad cristiana, por todos los habitantes de la Franja de Gaza: para que se llegue al final de la guerra, a una tregua; que sean liberados los que están privados de libertad, que lleguen las ayudas humanitarias numerosas a todos.