Navarra ofrece justicia restaurativa a las víctimas de abusos en la Iglesia
La comunidad foral es la pionera en un servicio que busca la «reparación moral» de las víctimas. De momento, dos de ellas ya han participado en el proceso
Navarra será la primera región española en ofrecer el servicio de justicia restaurativa a víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica. Así lo ha afirmado la comunidad foral en un comunicado en el que reconoce que ya ha podido llevar a cabo dos procesos restaurativos pioneros con sendas víctimas. «En ellos se ha creado un espacio seguro para que estas personas compartan sus necesidades, busquen respuestas a sus preguntas e identifiquen los actos necesarios de reparación del daño, en la medida de lo posible», señala la nota.
Esta herramienta consiste básicamente en el encuentro entre una víctima y el responsable de un delito. En ocasiones el victimario es el mismo responsable del delito cometido, y en otras se trata de un agresor condenado por un hecho similar. En cualquier caso, es un proceso acompañado por terapeutas y responsables penitenciarios que ya se ha llevado a cabo con éxito en ámbitos como el terrorismo.
En Navarra, este será un servicio oficial en firme a partir de enero, cuando la Dirección General de Justicia lo ofrezca como una prestación garantizada para todas las personas que sean reconocidas como víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y así lo soliciten.
Según la comunidad foral, hay ya diez víctimas que han manifestado su interés en participar en este tipo de procesos, una herramienta que el reciente Informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos en la Iglesia describe como «una oportunidad para dar satisfacción a las necesidades de justicia de las víctimas».
Asimismo, la justicia restaurativa en este contexto es vista desde la Iglesia como un modo más de afrontar la sanación, por lo que diócesis y congregaciones promueven también encuentros de justicia restaurativa con el objetivo de promover el perdón. De hecho, en España trabajan ya cuatro equipos de trabajo a nivel nacional, formados por personas tanto de oficinas diocesanas como de congregaciones, que constituyen un grupo denominado Justicia Restaurativa, cuyo objetivo es sentar las bases para la difusión de estos encuentros en España. Su labor responde al impulso de los obispos españoles al protocolo de prevención y actuación en casos de abusos, que incorpora en este sentido la posibilidad de la justicia restaurativa.
Desde el lado civil, la Comisión de reconocimiento de las víctimas de Navarra —en la que hay siete representantes de la sociedad civil y hay cabida para dos representantes de la Iglesia católica, aún por designar—, trabaja hoy en día con 26 casos de abusos. «En la mayoría de ellos, la persona que cometió los abusos ha fallecido, por lo que las intervenciones buscan una reparación moral a través de métodos más flexibles e indirectos», dice el comunicado institucional, que recuerda que el proceso «siempre es voluntario y confidencial», y tiene como objetivo principal la «reparación moral» de las víctimas.