Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles - Alfa y Omega

Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles

Sábado de la 29ª semana del tiempo ordinario. San Simón y San Judas Apóstoles / Lucas 6, 12-19

Carlos Pérez Laporta
Elección de los 12 apóstoles. James Tissot. Museo de Brooklyn, Nueva York.

Evangelio: Lucas 6, 12-19

En aquellos días, tiempo, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Comentario

El Señor mismo escogió a «Simón, llamado el Zelote» y a «Judas el de Santiago». Su santidad nos viene unida: se celebra a la vez, como si fuera inseparable una de la otra. Son santos porque son amigos, porque vivieron su amistad hasta el punto de que no hay para ellos santidad sin amistad.

Los apodos nos dicen mucho de ellos. Simón era zelote; esto es formaba parte de una secta que defendía a ultranza y por la fuerza la independencia de Israel. Su sobrenombre aludía a esos orígenes, que sin duda marcaban su carácter, sus intereses, sus preocupaciones. Pero al llamarle Jesús, ¿dónde quedaban todas esas cosas? ¿Dejó de interesarle la nación y la fuerza? La llamada de Jesús puso todas aquellas notas a su servicio. En Cristo vio su patria, su hogar, y usó toda su fuerza para llegar él y llevar consigo al máximo número de gente; y una fuerza mucho más potente que la violencia, la fuerza del amor hasta el extremo de Cristo, derramando su sangre por Él.

Judas estaba definido por su relación con su padre, Santiago. Como todos los judíos él seguía el camino de Israel transmitido de padres a hijos. Un judío estaba definido por su filiación, por continuar con la labor dada por su padre. Siendo hijos era como se hacían padres. Solo es verdaderamente padre el que es capaz de ser hijo. Con Jesús supo ser hijo de Santiago como hijo de Dios mismo. Es así como su corazón se ensanchó tanto que pasó a estar definido por ello. Por eso, Marcos y Mateo en sus evangelios lo llaman Tadeo, nombre que alude a su magnanimidad, a su gran corazón. Así, siendo hijo de Dios, pudo ser padre, no solo de sus hijos, sino de muchas gentes a las que evangelizó.