Los sordos en España «necesitan obispos que lleven en el corazón las necesidades especiales»
El sacerdote Iñaki Gallego ha sido elegido nuevo coordinador nacional para la pastoral con personas sordas y sordociegas en España. «Todos deben tener acceso a una fe vivida plenamente», dice
«Habiendo casi un millón de sordos en España, lo primero que necesitan es un obispo que sea un buen pastor y que tenga en el corazón a quienes tienen necesidades especiales», afirma el sacerdote Iñaki Gallego, que ha resultado elegido nuevo coordinador nacional para la pastoral con personas sordas y sordociegas en España.
También capellán del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, Gallego es el párroco de Nuestra Señora del Silencio, la parroquia personal —no territorial— de las personas sordas en la diócesis madrileña, que hasta el mes de mayo celebra un Año Jubilar por el 50 aniversario de su fundación.
El nuevo coordinador nacional de esta pastoral señala que «hoy se habla mucho de discapacidad en la Iglesia, pero eso tiene que concretarse en sacerdotes entregados a estas personas y parroquias donde se puedan acoger con dignidad sus celebraciones».
Para Gallego, «la solución pasa por que haya buenos obispos atentos a esta necesidad, que muevan sacerdotes y seminaristas» hacia esta pastoral específica, hoy presente tan solo en 22 diócesis de las 69 que hay en España. «No solo hay que tener fama, hay que cardar la lana», exclama entre risas.
Su relación con estas personas comenzó siendo seminarista, cuando «venían de la parroquia Nuestra Señora del Silencio a enseñarnos lengua de signos una vez al mes». Luego estuvo atendiéndolas en una parroquia que tenía acogida en sus locales esta parroquia personal. Con el tiempo, pasó a ocupar el edificio del antiguo Hospital de Jornaleros de Madrid.
Hoy, Gallego destaca que las personas sordas y sordociegas «son llamativamente alegres, y eso se nota en su fe. Disfrutan mucho en las celebraciones porque pueden comunicarse entre ellos en el mismo lenguaje y compartir su relación con el Señor y con la Virgen. Es un compañerismo muy bonito».
El nuevo coordinador nacional de esta pastoral lamenta que «a veces, desde fuera, se piensa que las cosas de la religión no son para ellos, pero eso no puede ser. Cuando tienen los medios para poder vivir su fe en condiciones, lo hacen con mucha intensidad. Con el tiempo forman sus grupos, sus catequesis y hasta sus Cáritas, como en cualquier otra parroquia».
Ahora, junto al reto de organizar la pastoral en las diócesis donde aún no existe, la intención de Iñaki Gallego es introducirla tanto en los colegios de integración, «donde a sus alumnos apenas les llega la catequesis», como en centros específicos como la residencia para ancianos sordos de Cubas de la Sagra. «Es necesario que todos puedan tener acceso a una fe vivida plenamente; se lo debemos», concluye.