Los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos - Alfa y Omega

Los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos

Miércoles de la 25ª semana del tiempo ordinario / Lucas 9, 1-6

Carlos Pérez Laporta
El envío de los apóstoles. Aguafuerte de Jan Luyken de la Phillip Medhurst Collection. Biblia ilustrada de Belgrave Hall, Leicester (Inglaterra). Foto: Phillip Medhurst.

Evangelio: Lucas 9, 1-6

En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:

«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.

Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.

Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos».

Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

Comentario

Es curioso que, por un lado, «habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad»; pero, por otro, les pide «no llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero». Es decir, primero los regala su compañía y la compañía de los demás apóstoles y les ofrece el mismo poder y autoridad que Él tenía «sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades». Pero, en segundo lugar, les quita toda seguridad temporal o mundana. ¿Es necesario quitarles todo? ¿Acaso no basta con que pongan los apóstoles sus propias vidas al servicio?

En ocasiones en que perdemos cosas que nos parecían esenciales, después de haber dado nuestra vida al Señor, nos sentimos traicionados. Nos parece si nuestra fidelidad, nuestro tiempo, nuestra dedicación no fueran suficientes. Parece que Jesús quiere quedarse con todas las seguridades en nuestra vida. ¿Es necesario perderlo todo? ¡Hasta el bastón les quita a los apóstoles!

Dios no quiere nuestras cosas, nos quiere a nosotros. Somos nosotros los que necesitamos desposeer nos de cosas para vivir plenamente de Él. Los apóstoles se habrían apoyado más en e dinero, en el sustento que tenían… en cualquier cosa antes que en Jesús. Necesitamos vivir sin poseer los bienes para vivir del poder de Dios, para vivir De Dios y vivir De la Iglesia. No es que no tengamos que tener nada, sino que tenemos que saber que todo nos lo da Él con su Iglesia: Él es nuestro bastón, nuestra alforja, nuestro dinero, y sobre todo nuestro pan.