Ricardo Ten: «No te puedes quedar solo en el primer intento y tirar la toalla»
A sus 48 años este deportista valenciano ha vuelto a hacerlo. Primero compitió en natación y consiguió tres oros, una plata y tres bronces en cinco Juegos Paralímpicos. Después se pasó a la bicicleta y ya tiene en casa un bronce más. A todo eso hay que sumarle las seis medallas que se ha traído este verano de los primeros supermundiales de ciclismo. Una carrera plagada de éxitos la de este hombre que perdió dos brazos y una pierna a los 8 años por culpa de un accidente eléctrico.
Ricardo, ¿qué hora es?
La hora de descansar, que ha sido un verano intenso. Toca recuperar fuerzas y disfrutar de los éxitos conseguidos.
Tantos años de carrera, ocho medallas en los Juegos Paralímpicos, abanderado… y se acaba haciendo viral porque le regalan un reloj.
Nos hemos reído mucho y en las redes sociales casi todo han sido comentarios de respeto. Algunos muy ingeniosos. Hay que tener en cuenta que en los deportes minoritarios, como el nuestro, hay que aprovechar cualquier cosa que se haga viral. Esto ha sido algo que nos ha dado muchísima visibilidad y, si nos va a ayudar a seguir creciendo, mejor que mejor. Todo lo que sirva para dar a conocer el deporte paralímpico tiene que ser bienvenido.
Esto de regalar un reloj… ¿es inclusión?
Pues sí. Es que todo este revuelo es un poco… de chiste. Al final es un reloj que da el patrocinador de este mundial porque había creado una edición especial para todos los campeones del mundo. Para todos. El hecho de que nos lo hayan entregado también a los campeones de las pruebas adaptadas demuestra lo igualitario y lo integrador que ha sido este evento ciclista.
Todavía no le he dado la enhorabuena por los tres oros, las dos platas y el bronce de este campeonato en Glasgow. Felicidades.
Gracias. No esperábamos llevarnos un botín tan grande. La crono la estuvimos preparando con mucho mimo en una concentración previa en altura en Sierra Nevada e íbamos un poco a ciegas con el rendimiento que podíamos tener en la competición. Es una modalidad en la que necesitas entrenar en el velódromo y, en realidad, en el último mes no toqué la pista. Pero, al final, las piernas respondieron.
Sorprende que haya pasado de la natación al ciclismo y siga ganando tantas medallas con esa facilidad a los 48 años.
He estado casi 21 años como nadador de máximo nivel, pero eso no significa que la bicicleta para mí fuese una desconocida. De hecho, montaba en bicicleta antes de competir en la piscina y, cuando tuve el accidente, mi mayor preocupación era si podría volver a subirme a una. Cuando después pasé al ciclismo ya había entrenado mucho con la bicicleta y hasta había competido en triatlones, así que la adaptación la tenía hecha. Y en cuanto a la edad, es algo que en los paralímpicos influye menos.
Le he leído más de una vez dando las gracias a sus padres por los valores que le han inculcado.
Desde muy pequeño me enseñaron que, para estar seguro de que no podía hacer una cosa, tenía que intentar hacerla muchas veces, que no te puedes quedar solo con el primer intento y ya tirar la toalla. Siempre he tenido que hacer las cosas por mí mismo y en casa me dejaron claro que nadie me dijera lo que podía y lo que no podía hacer.
Como deportista con discapacidad, ¿ha contado siempre con los recursos necesarios?
Yo tengo que reconocer el respaldo que he tenido. El primero, el de la Federación de Deportes Adaptados de la Comunidad Valenciana, que conocí cuando empecé a entrenar natación.
¿El paralimpismo está tan integrado en el deporte como debería?
Se han dado pasos muy grandes. Un ejemplo lo tienes en este Mundial de Ciclismo de Glasgow. Cuando yo empecé en el deporte paralímpico, vamos… una cosa así no estaba ni en los mejores sueños de nadie. Era algo impensable. Pero cada vez evoluciona más y se va integrando mejor. Este tiene que ser el camino.