¿Cómo era el Santo Sepulcro antes de Constantino?
Los investigadores de la Universidad La Sapienza de Roma hallan restos arqueológicos que confirman, entre otros, los relatos de la peregrina Egeria
Una misión italiana excava en el lugar más sagrado de la cristiandad, el Santo Sepulcro. Proceden de la Universidad romana de La Sapienza y, componen un equipo de arqueólogos, restauradores e investigadores que desde marzo de 2022 trabajan en el interior de la basílica. Se están ocupando de restaurar unos 1.000 metros cuadrados de baldosas desgastadas por el tiempo y por el paso de peregrinos y fieles.
A medida que los trabajos se desarrollan por tramos para permitir la vida litúrgica normal y el acceso de los fieles al lugar de culto, se va investigando el subsuelo. Estas excavaciones están revelando detalles que confirman lo que hasta ahora solo se conocía por las crónicas históricas, como las de la peregrina Egeria, la viajera por excelencia de los Santos Lugares. «Las obras han permitido redescubrir la articulación paleocristiana de la disposición del edículo lo que nos ofrece una idea más precisa de la situación anterior a Constantino y de la posterior monumentalización del Sepulcro. Es un dato importante porque hasta ahora había hipótesis, basadas sobre todo en fuentes escritas, pero ahora empezamos a tener importantes datos arqueológicos. Llegamos al conjunto de la Rotonda, tal como lo describe la peregrina Egeria en el siglo IV», explica a Avvenire la profesora Francesa Romana Stasolla, responsable de la excavación.
Monedas y una balaustrada
Revela además que se han encontrado monedas bajo el suelo que marcan el final de unos antiguos trabajos de restauración del templo: «Como era costumbre, al final de las intervenciones, se depositaban monedas en las paredes o bajo el suelo como gesto de buena suerte. El más reciente lleva la fecha del 378 d. C. Por eso podemos decir que Egeria, cuando llega a Jerusalén, describe el Sepulcro pocos años después de terminadas las obras de la Rotonda o Anastasis».
Los arqueólogos e investigadores también han desenterrado la base de la balaustrada del cerco litúrgico del siglo XVI, que se mantuvo en uso hasta las reformas del siglo XIX. Y un fragmento de muro con inscripciones del siglo XVIII en varios idiomas, entre los que destacan el griego, el latín y el armenio y que probablemente revestía el Edículo. La profesora Stasolla detalla que «es evidente la disposición paleocristiana del Edículo, al que se accedía subiendo dos escalones de mármol blanco. Frente a ella, hemos encontrado un pavimento de losas de piedra, del que podemos reconstruir las medidas».
Algunos restos romanos
La tradición asegura que el emperador Adriano hizo erigir un templo dedicado a Júpiter y Venus antes de que santa Elena llegara a Jerusalén y se construyera la basílica. Adriano quería borrar cualquier vestigio del paso por la ciudad del Nazareno. El equipo de La Sapienza asegura que ha encontrado algún resto romano, pero que necesitarán más tiempo para estudiarlos en profundidad. Entre estos elementos estarían los restos de un camino o elementos arquitectónicos. No pueden determinar todavía si el templo de Adriano existió. Lo que sí certifican, porque lo han encontrado, es la existencia de unos terrenos divididos por muros de piedra donde se sembraba.
Estudio del polen
«Los paleobotánicos de nuestra universidad trabajan estudiando el polen y los materiales de origen vegetal encontrados en las excavaciones. Los primeros resultados nos dicen que efectivamente en esa zona, que ya se utilizaba como zona de enterramiento, también había zonas cultivadas y plantadas de olivos», afirma la arqueóloga italiana.
Cuando Constantino mandó construir la basílica, toda la zona era una cantera de piedra fuera de las murallas de Jerusalén. Por ello, lo primero que se hizo fue rellenar el desnivel de la cantera para crear una base plana y homogénea sobre la que edificar el templo. Se hizo con capas de tierra ricas en material cerámico para drenar el agua. Los arqueólogos también han podido analizar los distintos estratos de relleno y han hallado la presencia de táselas de mosaicos romanos.