La madrileña Pilar Shannon, presidenta del Consejo de Jóvenes del Mediterráneo

Más de una treintena de jóvenes de 18 países se reunieron en Roma, del 10 al 16 de julio, para participar en el Consejo de Jóvenes del Mediterráneo. Durante el mismo, se eligió presidenta a Pilar Shannon Pérez Brown, una de las tres representantes de la Conferencia Episcopal Española. Pérez Brown es miembro de la Red Fratelli y de la Mesa de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid.

«El Consejo ha sido un espacio en el que hemos compartido cómo vivimos la fe en nuestros países, sabiendo que aunque somos distintos tenemos muchas cosas en común». Por ello, «tenemos que aprender los unos de los otros y llenarnos de esperanza», afirma Pilar en una entrevista a este medio. Además, «los jóvenes que vienen de países en conflicto vuelven a sus casas sabiendo que su fe estará cuidada y que ellos están en buenas manos».

El Consejo de Jóvenes del Mediterráneo es un proyecto que surgió en el mes de febrero de 2022, en Florencia, a raíz de una reunión de obispos del Mediterráneo. Shannon señala que su «objetivo es que haya un dialogo entre los obispos y los jóvenes». «Una organización que proponga iniciativas que ayuden a fortalecer la fe de los jóvenes de esa zona. También que a través del Consejo se pueda fomentar el diálogo interreligioso con otras culturas del Mediterráneo».

Los temas tratados durante estos días han sido el diálogo, la fe, la actividad en la vida pública y la hospitalidad. Además, la nueva presidenta del Consejo recuerda que se propusieron algunos proyectos: acompañar a los jóvenes educándolos en la fe y no solo tratar a los jóvenes que no tienen fe sino a los que la tienen, para que estén informados de la iniciativa y que desde ahí surjan la fraternidad, la comunidad del Mediterráneo y el diálogo interreligioso.

Los representantes españoles eran, además de Pilar Shannon, Nuria López, voluntaria de la Delegación de Juventud de la diócesis de Córdoba; y Daniel Díaz, miembro de Acción Católica General. Los tres compartieron iniciativas que ya existen en España, como son las experiencias de primer encuentro. Asimismo, insistieron en la importancia de acompañar en la fe con una buena formación y de pasar de una pastoral de acompañamiento a una de evangelización que los prepare para su misión evangelizadora. Todo ello, con el objetivo de «que los jóvenes salgan y que cumplan con la misión que Cristo les ha dado».

Formación de jóvenes líderes

Shannon explica que «entre los participantes ha tenido muy buena acogida» la iniciativa de jóvenes Red Fratelli. Nacida por impulso de la Delegación de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid con el objetivo de formar a jóvenes para ejercer el liderazgo en distintas facetas de la vida pública, busca entre otras cosas despertar la curiosidad y alentar vocaciones de jóvenes cristianos para participar en la vida pública, con énfasis en la política y las organizaciones de la sociedad. Pretende además favorecer espacios y experiencias de encuentro y diálogo plurales donde se viva la fraternidad, la búsqueda de lo que nos une y el respeto mutuo.

En el apartado de diálogo interreligioso, precisa que «hay que apoyar a las asociaciones que ya existen para ver cómo se puede seguir promoviéndolas». Pilar Shannon concluye afirmando que «en el Consejo de Jóvenes del Mediterráneo se va a cuidar, apoyar y a acompañar a los países de la zona mediterránea. Será un espacio para compartir, de fraternidad, de diálogo y de sentirse acompañado».