Arte coetáneo a santa Teresa
El convento de San Juan de la Cruz de Alba de Tormes acoge una extensa muestra de 200 obras sobre la santa, que celebra año jubilar, y de artistas de la época de Teresa
El convento San Juan de la Cruz de Alba de Tormes, en Salamanca, pone un broche de oro al Año Jubilar Teresiano
—que finalizará en octubre de 2023— con una soberbia exposición que suma 200 obras con una importante presencia de arte barroco de escuelas flamencas, italiana y española. Entre ellas se incluyen firmas de renombre como El Greco, Alonso Cano, Gregorio Fernández, Luca Giordano, Tintoretto, Pedro de Mena, Murillo, Luis Tristán, Francesco Ricci, Francisco de Herrera el Viejo y Valdés Leal, por mencionar algunos de los más importantes.
Organizada por la Orden del Carmelo Descalzo y gracias a la generosa cesión de numerosas colecciones privadas, se ha inaugurado esta completísima muestra que incluye pintura, escultura, mobiliario, orfebrería, cerámica, arte sacro, reliquias y documentación histórica. Se podrá disfrutar hasta el 22 de octubre en los 1.400 metros cuadrados de la que es la primera iglesia —y también convento— dedicada a san Juan de la Cruz en el mundo. El proyecto se ha titulado Artis Momentum, por tratarse de una reunión de artistas coetáneos a la santa.
La apreciación y deleite artístico de esta exhibición empieza por el mismo espacio que la alberga. El edificio en sí mismo se encuentra incluido en el ámbito de Bien de Interés Cultural y está declarado como monumento. En concreto, se le otorga el calificativo artístico de Barroco Carmelitano, un estilo arquitectónico específico del barroco español (siglo XVII).
La iglesia de San Juan de la Cruz conserva reliquias de ambos santos, pero, con esta ocasión, se han expuesto de una manera más protagonista en relicarios del siglo XVII. En la sacristía y claustro se encuentran obras referentes en diálogo con las mismas estructuras de la época como el pozo, el aljibe o el antiguo refectorio, que sigue ambientado con mobiliario de la época fundacional. El jardín del convento también es parte del recorrido y se dedica especialmente a san Enrique de Ossó, por la íntima relación de este gran difusor de santa Teresa de Jesús con Alba de Tormes. Desde el jardín se accede a la casa de los Ovalle, familiares de santa Teresa, donde se conservan y exponen íntimas cartas del puño y letra de la santa, con su reconocible caligrafía.
La mayoría de las obras proceden de colecciones privadas y muchas se exponen al público por primera vez desde hace siglos. Quizá una de las más destacables sería el estandarte de seda carmesí que fue icónico en su canonización. Aunque el autor es desconocido, recuerda al primer retrato de la santa pintado por fray Juan de la Miseria. Otra pintura destacable es una una escena en la que la santa venera a Jesucristo, acompañada de la Virgen María y la Magdalena, la cual procede del palacio de Monterrey, cedida por la Casa de Alba. La escultura de santa Teresa de Gregorio Fernández también merece una especial atención. Esta pieza haría pareja con la de san Juan de la Cruz, realizada por el mismo artista. En cuanto a otras piezas que no se refieren a la santa directamente, podríamos destacar La Purísima, de Pedro de Mena; San Francisco de Asís en éxtasis, de El Greco, la famosa imagen de la Virgen orando de Il Sassoferrato; una pequeña pintura de Murillo que representa el Bautismo de Jesús o, del mismo autor, el retrato de San Antonio de Padua con el Niño.
Este proyecto ofrece una inmersión en el mundo teresiano, con una excelente y cuidada ambientación con la que se busca traer al presente escenas de la vida de la santa. Por este motivo, se incluyen varias recreaciones y objetos cotidianos de su tiempo, para que el visitante se empape del legado espiritual que nos dejó esta mujer, una de las mayores santas de la historia de la humanidad.