Zelenski insiste a Zuppi en que el Vaticano se sume a promover su plan de paz
«Acogemos con satisfacción la disponibilidad para encontrar vías para la paz, pero el algoritmo para lograrla solo puede ser ucraniano», ha insistido el presidente ucraniano ante el enviado del Papa
El enviado del Papa Francisco para promover el diálogo sobre la guerra de Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, se ha reunido este martes con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Ambos «debatieron algunos puntos clave para avanzar en la dirección de un diálogo estable y concreto», ha revelado el diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana.
En declaraciones a la agencia católica italiana SIR, el nuncio en el país, Visvaldas Kulbokas, ha explicado que en el encuentro del enviado del Papa con el líder ucraniano ha sido «una reunión de trabajo» que se ha desarrollado «en un clima muy bueno». Ha insistido, como hizo también el lunes pasado, en que de momento «el objetivo principal de esta visita es escuchar», y que después «el Papa tendrá que reflexionar» sobre qué pasos concretos dar en el futuro.
En un comunicado de prensa hecho público por la Santa Sede al final de la visita del cardenal, Zuppi «agradece cordialmente a las autoridades civiles los encuentros sostenidos, en particular por el del presidente Volodímir Zelenski». El resultado de estas conversaciones y las sostenidas con los representantes religiosos, «así como la experiencia directa del sufrimiento atroz del pueblo ucraniano debido a la guerra en curso, serán llevados a la atención del Santo Padre y sin duda serán útiles para evaluar los pasos a seguir dando tanto a nivel humanitario como en la búsqueda de caminos para una paz justa y duradera».
Un alto el fuego no sirve
Según informa la presidencia de Ucrania, Zelenski ha señalado a Zuppi que Rusia sigue cometiendo terribles crímenes de guerra, el último de ellos la destrucción de la presa Kajovka. El presidente ha invitado a Zuppi a que el Vaticano contribuya a la implementación del plan de paz ucraniano, que incluye la retirada de las tropas rusas de todo el territorio, hasta las fronteras de 1991, como condición indispensable para empezar a negociar.
«Acogemos con satisfacción la disponibilidad de otros Estados y socios para encontrar vías para la paz, pero como la guerra continúa en el territorio de Ucrania, el algoritmo para lograr la paz solo puede ser ucraniano», ha afirmado. Se trata de un mensaje muy similar a los que lanzó el 13 de mayo después de su encuentro con el Papa Francisco.
Zelenski ha alegado que Rusia aprovechará cualquier pausa, como un alto el fuego, «para potenciar sus capacidades y para una mayor ofensiva, para una nueva ola de crímenes y terror». Por eso, antes de nada «debe retirar todas sus tropas del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente».
Volodymyr Zelensky y el cardenal Matteo Zuppi discutieron en detalle la aplicación de la fórmula de paz ucraniana y la necesidad de involucrar a la más amplia gama posible de países, en particular el Sur del mundo, en la Cumbre Global de la Paz. Según el comunicado ucraniano, Zuppi ha reiterado la disponibilidad de la Santa Sede para unirse a la búsqueda de formas de implementar iniciativas humanitarias.
Niños deportados
Después de Zelenski, Zuppi, que también es arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, se ha encontrado con la vice primera ministra, Yulia Svyrydenko. «Se ha vuelto a hablar sobre los niños», ha explicado Kulbokas. Aludía al traslado de menores ucranianos a territorio ruso o controlado por Rusia, uno de los temas que ha estado presente en casi todos sus encuentros.
Fue así sobre todo en el encuentro de Zuppi con el comisionado de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, Dmitro Lubinets, el lunes 5 de junio. Lubinets explicó a los medios que «he presentado a la delegación del Vaticano un informe especial sobre la violación de los derechos de los niños ucranianos en los territorios ocupados temporalmente por Rusia». Según el comisionado, los ocupantes se llevan en masa a los niños ucranianos de los territorios ocupados, a veces pasando por Bielorrusia con la complicidad de su Gobierno. Actualmente «no sabemos nada sobre el número exacto o dónde se encuentran». Según Avvenire, Zuppi ha expresado que es «inaceptable» que la violencia de la guerra esté afectando a los niños.
Hasta ahora, las autoridades ucranianas han logrado recuperar a 371 menores. «Cada una de estas historias es como una operación especial separada», ha remarcado Lubinets. Por ello, asegura que dijo a Zuppi que «quizá con su participación seremos capaces de cambiar radicalmente esta cifra».
El comisionado también ha llamado la atención del enviado del Vaticano sobre los civiles adultos detenidos en la Federación Rusa. «No sabemos el número exacto. Son decenas de miles, y entre ellos hay sacerdotes de las iglesias grecocatólica y católica romana», ha asegurado.
La primera parada de Zuppi el lunes al aterrizar en Ucrania fue Bucha, escenario de una de las matanzas más conocidas de la guerra. Allí, según un comunicado del Gobierno, pudo comprobar el precio que han pagado los ucranianos «por la libertad y la paz en el mundo».