«Hay que ir a la raíz de la situación de la vida consagrada»
El ITVR organiza la 52 Semana Nacional de Vida Consagrada con el lema Entretejer itinerarios de esperanza. «No estamos aquí para cumplir una función específica, sino para vivir un proyecto de fe», dice su director
Con el lema Entretejer itinerarios de esperanza, el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) organiza hasta el sábado la 52 Semana Nacional para los Institutos de Vida Consagrada, que quiere responder a la inquietud de los religiosos ante la coyuntura actual. «Nos hemos dado cuenta que la situación por la que estamos atravesando ha generado entre algunos religiosos dejadez, pero, otros, entre los que me encuentro, no pensamos así y nos preguntamos cómo afrontar esto, sabiendo que la situación es dura y creyendo que hay que ir a la raíz», afirma a Alfa y Omega el director del ITVR, Antonio Bellella.
El misionero claretiano indica que, ante la crisis por la que pasa la vida religiosa, «no hay soluciones fáciles», así que «tenemos que ponernos a trabajar, teniendo en cuenta factores complejos que hay que entretejer». Además, explica que «no hablamos de caminos hechos o rutas marcadas, sino de itinerarios. Por ello, si nos ponemos en las manos de Dios y enfocamos dinámicamente nuestra vida, la esperanza nos dinamiza y nos sostiene».
Este año, el encuentro centra su atención y su reflexión en la esperanza, una alusión que, según Bellella, «llega en el momento justo y responde a una necesidad real de la vida consagrada hoy». Esta virtud «es necesaria», teniendo en cuenta que «no estamos aquí para cumplir una función específica, sino para vivir un proyecto de fe». «Dios no pasa nunca y los éxitos y los fracasos no son la medida de la esperanza ni de la viabilidad, o de la posibilidad de que la vida religiosa tenga futuro», añade el religioso.
«La vida consagrada está viviendo un momento de dificultad, pero, a la vez, de mucha claridad. Seguimos trabajando con intensidad, buscando lo esencial, la comunión con toda la Iglesia y el servicio a la sociedad… Pensamos que el Espíritu nos está llevando por ahí», concluye el director del ITVR.
Además de la apertura, a cargo del nuncio Bernardito Auza, participan en este evento ponentes como el profesor Mariano Delgado, de la Universidad de Friburgo; Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos, o Nadia Coppa, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales. También asisten al encuentro los cardenales Carlos Osoro y Aquilino Bocos, además de los obispos Vicente Jiménez Zamora (emérito de Zaragoza), Luis Ángel de las Heras (León) y Fernando Prado (San Sebastián), los dos últimos, religiosos claretianos. La profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola, Ianire Angulo, que también interviene en el encuentro, invita a los religiosos «a mirar con verdad, a tomar conciencia del límite y también de las promesas, en la medida en que nos decimos con honestidad aquellas realidades que no nos gustan o nos dan miedo».
«También podemos acoger la esperanza, ya que es un don de Dios y que desborda nuestros límites, nuestras capacidades y posibilidades», afirma Angulo. De esta manera, «podemos vivir en la aparente contradicción de ser verdaderos y honestos con lo que vivimos y, a la vez, abrirnos a un don que no es nuestro, porque es un regalo de Dios».