Día Mundial del Autismo: «Es una suerte tener a Nachete»
Familiares y personas autistas visitan el Congreso de los Diputados como preparación al Día Mundial del Autismo
«Mi hijo puede que no tenga capacidad para algunas cosas, pero para otras tiene superpoderes», afirma Marieta Martín, madre de Nachete, un niño con espectro autista que protagoniza la campaña Llamémoslo por su nombre. La iniciativa la ha lanzado Autismo España con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo que se celebra el 2 de abril, una de cuyas actividades es la visita que ha tenido lugar este martes al Congreso de los Diputados con la intervención de Marieta.
La madre de Nachete cuenta que su hijo «tiene el don de detectar a la gente buena. Entre un grupo de personas, se lanza a la gente que tiene buen corazón, y cuando eso ocurre le hablo a esa persona sobre este don y entonces se siente especial y le aprieta más la mano a mi hijo. Es algo muy bonito. Nachete es un niño que nos hace mejores».
Cuando el embarazo de Nacho empezó a presentar problemas, «mi marido y yo decidimos seguir adelante, por supuesto», asegura, recordando que tras recibir el diagnóstico del médico «llegué a la conclusión de que a mí me gusta así y no quiero que me lo cambien».
Nachete tiene también un hermano, Lucas, de 11 años, «y es un espectáculo ver cómo se llevan y lo que se quieren». Marieta confiesa que «no he visto relación más bonita en mi vida. Lucas tiene también en don de empatizar y ayudar a quien tiene alguna carencia. Suele decir que “es una suerte tener a Nachete”. Yo lo que tengo son dos hijos felices».
La campaña organizada por Autismo España, la confederación de ámbito estatal que agrupa y representa a 163 entidades repartidas por toda España que prestan apoyos y servicios especializados a las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y sus familias. La campaña tiene como objetivo dar visibilidad a las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y contribuir a promover su derecho a participar en la sociedad en igualdad de condiciones.
Para Amparo Rey, responsable de comunicación de la institución, «solo desde el conocimiento de la singularidad y especificidad del autismo se pueden comprender las necesidades de las personas que lo presentan y los apoyos que pueden precisar en cada etapa de su ciclo vital».
De ahí la necesidad de que la ciudadanía «empatice con las personas autistas y con sus familias, deje a un lado los prejuicios y contribuya a construir una sociedad más justa, solidaria y respetuosa con la diversidad».
Hoy Marieta y su marido luchan por educar a Nachete «en el cero victimismo», pues «tiene que pelear por su autonomía e independencia dentro de sus capacidades». Mientras, el niño sigue siendo «tan normal que le gusta ir al parque y a comer a un restaurante, como cualquier otro».
En su discurso en el Congreso de los Diputados el martes, Marieta ha abogado por una educación especial de calidad, «que es algo muy importante para estos niños» y en la que encuentran «unos profesionales especializados con una clara orientación vocacional y una entrega impresionante».
También ha dicho a la sociedad española desde este altavoz privilegiado que «hoy nos gusta mucho decir que queremos una sociedad inclusiva, pero lo que necesitamos de verdad es una sociedad que acoja a todos». Y para ello ha puesto como ejemplo a la cajera del súper «que le hace un comentario cariñoso a mi hijo», o al peluquero «que cuando le veo me dice que le echa de menos», o a los amigos de Nachete «que se turnan para llevarle de la mano».