«Esta petición de perdón es necesaria, pero no es suficiente» - Alfa y Omega

«Esta petición de perdón es necesaria, pero no es suficiente»

«Reconocemos que entre nosotros ha habido abusadores» que, sin embargo, «no definen lo que hemos sido», indicó el obispo de Bilbao durante la oración en memoria de las víctimas de abusos sexuales

Redacción
El acto estuvo presidido por el obispo de Bilbao junto a una víctima, junto a una víctima, el sacerdote Josu López Villalba. Foto: Álex Garai.

La catedral de Santiago de Bilbao ha acogido un acto oracional en memoria de las víctimas de abusos sexuales. El obispo Joseba Segura presidió la celebración junto a una víctima, el sacerdote Josu López Villalba. En el novedoso acto que tuvo lugar este viernes en la catedral participaron otras víctimas y un nutrido grupo de fieles.

En su homilía, Segura reconoció que «esta petición de perdón es necesaria, pero no es suficiente». Por ello, el obispo tendió la mano a las víctimas para seguir escuchándolas, «aprendiendo de vosotras y sacando a la luz y confrontando los abusos que siguen ocultos». Al mismo tiempo, aseguró que entiende sus posibles dudas y, sobre todo, su dolor. Un aspecto importante que destacó Segura es que, para empezar a sanar, en necesario que se sepa quiénes son los responsables directos de los abusos. Para ello, afirmó el prelado, es fundamental «ofrecer espacios seguros para escucharlas, para acompañarlas, para defenderlas si fuera necesario».

«Reconocemos que entre nosotros ha habido abusadores» que, sin embargo, «no definen lo que hemos sido, más bien lo contrario de lo que hemos querido ser y hacer», indicó el obispo de Bilbao que no quiso concluir su intervención sin antes dar las gracias a las víctimas por su participación y colaboración para terminar con esta lacra en el seno de la Iglesia.

Durante la ceremonia, se colocaron en el altar una placa y un árbol como símbolo de la petición de perdón que caracterizó el evento. La placa contiene una inscripción en memoria de las víctimas que este sábado se ha colgado en una de las paredes del claustro de la bilbaína catedral de Santiago. El árbol se plantará en el Bosque de la Concordia del edificio seminario de Derio.