La CEE felicita el Ramadán a los musulmanes y agradece su condena del atentado de Algeciras

Los obispos de España han agradecido a los musulmanes en España «sus muestras de cercanía y solidaridad» por el asesinato del sacristán Diego Valencia en Algeciras el 25 de enero. «Valoramos la condena unánime por parte de la comunidad islámica de todo acto de violencia en nombre de Dios».

Estas palabras se recogen en el mensaje a las comunidades de musulmanes de España por el comienzo del Ramadán, enviado por la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Lo firman el obispo de Solsona, Francisco Conesa, presidente de la subcomisión; y el director del secretariado, Rafael Vázquez.

El texto subraya que «la colaboración conjunta entre nuestras comunidades debe seguir fortaleciendo los lazos de amistad sincera y de respeto recíproco, y educando a nuestros fieles en la protección de los lugares de culto, como enseñan nuestras religiones». Y afirma que «cualquier amenaza o atentado contra ellos es una desviación de la auténtica religión y una violación de la libertad religiosa».

«Alabanza unánime a Dios»

La CEE propone, además, que «invitemos a nuestros fieles a rezar unos por otros», cristianos por musulmanes y musulmanes por cristianos. En esta oración, se pedirá que, «mirando al otro con los ojos de Dios, clemente y misericordioso, podamos redescubrirnos como hermanos en nuestro camino irreversible de fraternidad por la paz mundial y la convivencia común».

El mensaje subraya que este año el Ramadán coincide con la Cuaresma. En este tiempo, «nuestros fieles abrirán conjuntamente su corazón a Dios en la oración, renovarán sus vidas con el ayuno y romperán las fronteras del individualismo abriéndose al prójimo con la práctica de la limosna».

Este tiempo de renovación desembocará en abril con «un canto unánime de alabanza a Dios» de «las tres religiones monoteístas»: la Pascua judía, «la Resurrección de Jesucristo» de los cristianos, y el Eid al Fitr o fiesta del Fin del Ayuno de los musulmanes. «Un canto coral de júbilo que resonará esperanzador en el corazón de una humanidad que sigue siendo golpeada por la guerra, por la crisis económica y la injusticia», concluyen los obispos.