Visita pastoral de Juan Pablo II a Cuba. Los retos del viaje del Papa - Alfa y Omega

Visita pastoral de Juan Pablo II a Cuba. Los retos del viaje del Papa

Antes de pisar tierra cubana, el Pontífice ha conseguido ya innegables logros. Sin embargo, todavía existen puntos calientes de discusión con el régimen

Jesús Colina. Roma

No es ninguna exageración afirmar que la visita de Juan Pablo II será la más seguida por los medios de comunicación de todo el mundo. Lo demuestran los cinco mil periodistas que ya se han acreditado para seguir el acontecimiento.

Ya antes de que el Pontífice pise la isla caribeña, ha conseguido éxitos innegables. Las catorce misas celebradas al aire libre en La Habana y en las diócesis que serán visitadas por el Papa son un ejemplo claro. El ambiente de preparación de la visita ha traído, por primera vez desde que la revolución llegó al poder, una normalización de la práctica religiosa. La denuncia de las represalias que han experimentado algunos funcionarios o miembros del Partido Comunista por participar en las misas al aire libre ha dado a entender al régimen que este proceso es irreversible. El 13 de enero, el cardenal Jaime Ortega se dirigió a todos los cubanos, desde la televisión estatal, para explicar los motivos de la visita del Papa: un hecho sin precedentes. Las parroquias hoy día son ya insuficientes para acoger a la gente que acude a ellas. El Gobierno ha permitido la entrada de religiosos y religiosas para poder atender pastoralmente a uno de los países en los que la proporción de católicos por sacerdote es más elevada. Se podría decir que la visita del Papa ha traído a la Iglesia un espacio de libertad social impensable hace un año.

Sin embargo, existen todavía asuntos espinosos de negociación con el régimen. El Papa pedirá a Castro que la educación abra sus puertas a la enseñanza de la Religión y a las instituciones educativas que quiere ofrecer la Iglesia. En Cuba, el régimen escolar sigue siendo marxista-leninista, a pesar de lo trasnochadas que pueden parecer las dos palabras.

Otro de los retos que tiene Juan Pablo II en su visita es el de lograr que el régimen ofrezca espacios a la Iglesia en los medios de comunicación estatales, o que le permita gestionar publicaciones o emisoras propias. En este sentido, las aperturas que ha hecho el régimen —publicación de mensajes del Papa en el diario Gramma, intervención del cardenal, en la televisión, transmisión de las misas que celebre el Papa en la isla, etc.— no son más que excepciones originadas por la llegada del Pontífice. No es seguro que puedan sentar precedentes. El mismo embajador de Cuba ante la Santa Sede, Hermes Herrera, confirmó que el régimen no piensa dar permiso a la Iglesia para que cuente con periódicos, radios o televisiones propias. Lo único que se puede negociar, y no será fácil, serán espacios en los medios estatales.

Pero el gran objetivo de la visita de Juan Pablo II será el de evangelizar y anunciar a Jesucristo y el de reconciliar a los cubanos: los que viven en la isla con los del exilio. Cuba cambiará con el trabajo positivo de su gente, y no imponiendo cargas que pagan los más débiles y que, hasta ahora, no han tenido ningún resultado sobre el régimen.

Estadísticas de la Iglesia: La República de Cuba

La Oficina de Prensa de la Santa Sede acaba de publicar una hoja informativa sobre la República de Cuba, elaborada por la Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II a este país los próximos días 21 a 26 de enero.

Cuba tiene una superficie de 110.861 kilómetros cuadrados y una población de 11.020.000 habitantes, de los cuales 4,8 millones —el 43,6 %— son católicos. Existen 10 circunscripciones eclesiásticas, 253 parroquias y 434 centros pastorales. De ellos se ocupan 14 obispos, 288 sacerdotes y 496 religiosos; hay, además, 86 seminaristas. Asimismo, existen 10 centros sociales y caritativos gestionados por eclesiásticos o religiosos: 1 hospital, 7 hogares para ancianos y enfermos, y 2 centros de educación especial.