Muere sor Josefina Salvo, entregada hasta el último momento a la Hoja de la Caridad de Cáritas Diocesana de Madrid
Cuando se cumplieron los 60 años de la Hoja de la Caridad, en 2017, sor Josefina Salvo, la encargada de su publicación, afirmó en El Espejo de Madrid de COPE: «En el noviciado yo aprendí a servir a los pobres». A su vez, apuntaba un deseo. «Aunque yo tenga seguridad de que estoy sirviendo a Cristo en aquella persona», se preocupaba por que esa «persona de alguna manera entendiera que no era yo quien estaba haciendo el servicio, sino que era Dios que se estaba ocupando de él, o sea, que Dios le amaba».
Sor Josefina, hija de la Caridad, falleció este martes, 24 de enero, en la fiesta de san Francisco de Sales, a los 90 años de edad. Destinada actualmente en la comunidad del colegio La Inmaculada-Marillac, la hermana gestionada desde desde sus comienzos la Hoja de la Caridad, editada por Cáritas Diocesana de Madrid y publicada en ABC los primeros domingos de mes. Se trataba de un servicio que ponía en contacto las necesidades de unos con la buena voluntad de otros para poder ofrecer su ayuda. Por estas páginas pasaron hipotecas sin pagar, paros, desahucios… «Cáritas es el corazón de la Iglesia», decía ella, que estuvo vinculada a la entidad hasta sus últimos días.
Pilar Algarate, actual secretaria general de Cáritas Diocesana de Madrid, da fe de su entrega a la vuelta de su funeral, este miércoles, 25 de enero. «El viernes me llamó porque tenía casos de la hoja sin terminar». Ya se encontraba regular, pero «estaba pendiente de dejarla cerrada». «Si me podéis traer un portátil», le pidió a Algarate. Un día antes de morir volvieron a hablar. La hermana no se encontraba demasiado bien. Pilar se despidió de ella con un «gracias, sor Josefina», sabiendo que quizá seria la última vez que hablaran. La hermana, resume la secretaria general, estuvo «hasta el último momento pensando en Cáritas y en las personas que atiende Cáritas».
«Se nos va un pilar fundamental, siempre con esa alegría», sostiene la secretaria general, alguien que no dejó de preocuparse por los pobres en los 63 años que estuvo vinculada a la entidad. «El año pasado hizo uno de los cursos de formación porque tenía que seguir aprendiendo; siempre venía con ideas adaptadas al período que estábamos viviendo para poder atender mejor a la gente, nos ayudaba a tomar decisiones…», recuerda. «Es historia de Cáritas».
La propia sor Josefina contó en Alfa y Omega, con motivo de los 60 años de la Hoja de la Caridad, que «todos estos años se me han pasado como un suspiro, y me da mucha alegría pensar que he vivido bien mi vida, en una tarea tan noble».
Mártires de la familia vicenciana
Fue esta hija de la Caridad quien actuó también como vicepostuladora de la causa de beatificación de los 60 mártires de la familia vicenciana, en 2017 en Madrid. «Ellos habían vivido una vida de entrega a Dios» y de «confianza en la Providencia, y eso lo llevaron hasta el final», aseguró en una entrevista publicada en el Facebook de La Milagrosa. Llegaron a perdonar a sus carceleros, afirmó la hermana, no solo de corazón, sino también físicamente.
De hecho, con posterioridad y ante notario, los verdugos confesaron que les habían perdonado y que les habían dado un abrazo. «La caridad la vivieron al estilo vicencianciano, es decir, no basta solo teoría, sino servir a los pobres con tus manos». «No se puede entender el perdón que ellos dieron si no se entendieran el perdón de la cruz», concluyó sor Josefina.