La visita a los seminarios discurre «con normalidad»
La Santa Sede ha encargado a dos obispos uruguayos esta tarea. Estarán seis semanas en nuestro país
Los dos obispos uruguayos a quienes el Papa Francisco ha encargado visitar los seminarios españoles ya están en nuestro país. El viernes pasado comenzaron en Salamanca y en Murcia un recorrido que les llevará por 55 casas de formación en toda España durante seis semanas. «Fue un encuentro muy sencillo, que ni siquiera preparamos, porque la idea es que el obispo viera cómo es un día cualquiera para nosotros», explica Jesús Sánchez, rector del seminario San Fulgencio de Murcia después de la visita del obispo Milton Luis Tróccoli.
Mientras su compatriota Arturo Eduardo Fajardo visitaba en Salamanca la sede del Teologado de Ávila, Tróccoli fue a Murcia «a ver cómo funcionamos y cómo organizamos las distintas etapas formativas». «Tenía interés en conocer la formación intelectual de los seminaristas y también su dimensión espiritual y pastoral», añade Jesús Sánchez.
Por ello, además de reunirse con el rector y los formadores, Tróccoli tuvo encuentros sin ellos con grupos de seminaristas por etapas «para que los chicos pudieran hablar con toda libertad». «No hubo ninguna sugerencia ni indicación para hacer o no hacer nada», cuenta el rector, que define la visita como «muy natural», pues el obispo «es un hombre de Dios que se preocupa por nosotros y ha venido simplemente a ver y escuchar para que los chicos puedan seguir adelante en su formación». La misma impresión obtuvo de la visita Galo Coronell, rector del seminario diocesano Redemptoris Mater de Murcia, vinculado al Camino Neocatecumenal. «Ha sido un encuentro fraterno que ha tenido lugar en un día ordinario en nuestra casa», explica. Rezaron junto al obispo y luego se repitió el mismo esquema: reunión con los formadores y con los seminaristas «sin interrogatorios ni nada parecido», bromea. Al contrario, «los chicos quedaron encantados con el prelado y él mismo se animó a dar experiencia de su propia vocación. Todo se desarrolló en un ambiente muy gozoso».
Para Coronell, «es normal que hubiera tanta incertidumbre con la visita, porque es algo nuevo», pero la realidad es que «se trata de una decisión amigable por parte de la Santa Sede para ver cómo estamos poniendo en marcha el nuevo itinerario formativo».
«Los obispos uruguayos no han venido a fiscalizar, sino a ayudarnos», añade el presidente de la Subcomisión Episcopal de Seminarios, Jesús Vidal. Los dos obispos enviados por la Santa Sede «no vienen con ninguna agenda preestablecida» y «nos ofrecerán un mirada desde fuera» acerca de la implantación del nuevo plan de formación llamado Formar pastores misioneros. Los elementos más novedosos son la instauración del curso introductorio, la división de la formación en cuatro etapas definidas —propedéutica, discipular, configurativa y síntesis vocacional— y «la búsqueda de una comunidad con un número suficiente de seminaristas y formadores con dedicación plena», explica Vidal, también obispo auxiliar de Madrid y administrador apostólico de Alcalá de Henares.
Casas de formación
De hecho, la tendencia en los últimos años es que las diócesis «vayan reuniendo los seminarios en casas de formación conjuntas» en los casos en que no tengan un mínimo necesario de seminaristas. Luego, durante el fin de semana o vacaciones, podrán volver cada uno a su diócesis para reforzar el vínculo con su origen.
En cualquier caso, Tróccoli y Fajardo vienen «con un fuerte espíritu de servicio, a ver cómo están aquí las cosas y con mucho deseo de escuchar a los seminaristas». Al final, «una visita pastoral es un momento de gracia» y estos obispos «vienen enviados por el Papa para darnos una mirada desde fuera, que siempre es algo que nos viene bien a todos». Cuando acabe su itinerario, «presentarán su visión y la información que hayan recabado al Dicasterio para el Clero y nosotros quedaremos a la espera de lo que este nos pueda transmitir a los obispos. No esperamos nada brusco ni inmediato, sino luces sobre cómo podemos seguir caminando», afirma Vidal.
Con todo, para el presidente de la Subcomisión Episcopal de Seminarios la mirada ha de ponerse en el principal objetivo del nuevo plan de formación para toda España, que es el de «preparar pastores que generen vida comunitaria y que ,a su vez , tengan un fuerte espíritu misionero para que la comunidad anuncie el Evangelio a quienes no conocen a Cristo, que cada vez son más».