Los jesuitas eslovenos admiten que no supieron escuchar a las víctimas de Rupnik
Los religiosos difunden un comunicado en el que piden perdón a las monjas que han denunciado los abusos del jesuita esloveno
«Los testimonios publicados sobre las diversas formas de violencia y abuso a monjas por parte del padre Marko Rupnik nos han conmocionado profundamente»: así comienza la declaración que han hecho pública tras su reunión anual los jesuitas eslovenos acerca del caso Rupnik.
En ella, afirman que «creemos en la sinceridad de las monjas y otras víctimas que han hablado sobre su sufrimiento y otras circunstancias relacionadas con el abuso emocional, sexual y espiritual por parte de nuestro hermano».
En su mensaje, reconocen que «en el pasado no supimos escuchar a las víctimas y tomar las medidas adecuadas para aclarar estos problemas y poner fin a este sufrimiento». Por eso, «aceptamos y entendemos plenamente la indignación, la ira y la decepción de las víctimas y sus seres queridos, y les pedimos sinceramente a todos que nos perdonen», aseguran los hermanos de congregación de Rupnik.
Admiten también que las víctimas «no fueron realmente escuchadas por las personas competentes de la Compañía de Jesús», y que «los líderes eclesiásticos competentes no tomaron las medidas apropiadas, como resultado de lo cual el sufrimiento de estas mujeres aumentó y se prolongó».
Los jesuitas eslovenos afirman tener por delante «un arduo camino de arrepentimiento y purificación», lleno de «desilusiones, penurias, tristezas, ira, vergüenza y dolor», pero esperan que «salga a la luz toda la verdad» y que al final «todos los involucrados obtengan justicia».
En su declaración reconocen que «muchas víctimas pueden tener miedo de un proceso largo y doloroso, por lo que las animamos aún más a participar si no públicamente, al menos confidencialmente, ante las personas e instituciones competentes» en este caso, para lo que ofrecen dos correos electrónicos tanto de Eslovenia como de Roma.
«Aunque el cuadro actual de hechos y circunstancias está lejos de ser completo —concluyen en su mensaje—, los jesuitas eslovenos estamos comprometidos en el apoyo a las víctimas».