Cardenal Tarcisio Bertone, nuevo Secretario de Estado vaticano. Un pastor intelectual - Alfa y Omega

Cardenal Tarcisio Bertone, nuevo Secretario de Estado vaticano. Un pastor intelectual

Este viernes el cardenal Tarcisio Bertone, hasta ahora arzobispo de Génova, iniciará su servicio al frente de la Secretaría de Estado del Vaticano con lo que se convierte en la mano derecha del Papa. El hombre que va a sustituir al cardenal Sodano es, como Benedicto XVI, un intelectual preocupado por la pastoral y del que destacan su buen carácter —es conocido por su permanente sonrisa— y su sintonía con el Papa, con quien compartió años de trabajo en la Congregación para la Doctrina de la Fe

María Solano Altaba
El cardenal Tarcisio Bertone.

«El cardenal Tarcisio Bertone será, a partir de este viernes, el nuevo Secretario de Estado del Vaticano, es decir, la mano derecha del Papa en el Gobierno de la Iglesia. Es el primer gran cambio que realiza Benedicto XVI desde que fue elegido como sucesor de Pedro, hace algo más de un año. Y Su Santidad ha nombrado a un hombre muy próximo a él, con quien comparte su condición de intelectual, y al que le unen años de trabajo juntos en la nada fácil Congregación para la Doctrina de la Fe. El hasta ahora arzobispo de Génova había ocupado la Secretaría de esta Congregación durante el tiempo en que el entonces cardenal Joseph Ratzinger la presidía.

El hombre que sustituirá al cardenal Angelo Sodano —que ha ejercido ese ministerio durante los últimos quince años— es conocido como el cardenal de la sonrisa, por su carácter afable y risueño. Su cercanía a la gente y su amor por el trabajo pastoral le han llevado a ganarse el cariño de los católicos. Como anécdota, se puede destacar que es un verdadero apasionado del fútbol, fiel seguidor de la Juventus. E incluso en una ocasión este salesiano retransmitió un encuentro para la televisión.

El cardenal de la sonrisa

Tras esta jovialidad que reflejan la mayoría de sus fotos, se encuentra un intelectual riguroso, un enamorado de la música —afición que comparte con el Papa— y un hombre capaz de enfrentarse a los problemas más complejos que se le presentan a la Iglesia. Al frente de la Secretaría de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se ha topado con situaciones tan complejas como la del arzobispo africano Emmanuel Milingo, o la de los casos de pederastia en Estados Unidos. Y es que, de su trayectoria profesional, se desprende una clara idea: es un hombre capaz de resolver las situaciones más complicadas, capaz de tomar decisiones.

Destaca también el cardenal Bertone por su excelente relación con los medios de comunicación. Lo ha demostrado en numerosas ocasiones, como, por ejemplo, cuando en Italia se debatían polémicas sobre la investigación con embriones, o la unión de personas del mismo sexo, o con el revuelo montado por la publicación de la novela El Código Da Vinci.

Puño de hierro envuelto en guante de terciopelo, decía de él un reciente artículo del periodista italiano Vittorio Messori, publicado en La Razón. El cardenal Bertone es un trabajador nato, como demuestra su amplia carrera académica. Ordenado sacerdote en 1960, se licenció en Teología con un impecable trabajo sobre la tolerancia y la libertad religiosa. Después se doctoró en Derecho Canónico, y como canonista trabajó en la última revisión del Código. Ha colaborado en otras difíciles empresas como la elaboración de la declaración Dominus Iesus, de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Nacido en el Piamonte italiano en 1934, se le ha criticado que el Papa lo eligiera como máximo representante de la diplomacia vaticana cuando no tiene experiencia alguna en este campo. Ciertamente, es poco frecuente que ocupe el cargo de la Secretaría de Estado una persona sin trayectoria en el extranjero, pero no es la primera vez. El propio Bertone quedó sorprendido con su nombramiento y lo calificó como «una revolución copernicana» en su vida.

El cardenal vuelve a Roma dispuesto a servir a la Iglesia, y suplirá su falta de experiencia en el terreno diplomático con su enorme voluntad de servicio. Para los que criticaron que no habla idiomas, Bertone aprendió francés y alemán desde joven y se defiende bastante bien en español y portugués.