Gänswein arremete duramente contra Francisco: «Me sentí humillado»

Nada más que la verdad. Mi vida al lado de Benedicto XVI. Con este sugerente título desembarca en las librerías en cuestión de días un libro en el que Georg Gänswein se confiesa. Algunos volúmenes han llegado ya a ciertos periodistas y estos han dado cuenta de algunas de las «perlas» de Gänswein. Entre ellas que Francisco le convirtió en un «medio monseñor» cuando le relevó de sus funciones como prefecto de la Casa Pontificia para cuidar de Benedicto XVI.

El secretario de Joseph Ratzinger asegura que las palabras con las que Francisco le encomendó su nueva misión fueron «sigues siendo prefecto, pero a partir de mañana no volverás a trabajar». El Papa le habría pedido mayor dedicación a Benedicto XVI, entonces de 93 años. Sin embargo, para Gänswein esta decisión de Francisco es una represalia por su participación en el episodio del libro sobre el celibato con el cardenal Robert Sarah en el que pusieron el nombre de Benedicto XVI como coautor sin serlo. El Papa emérito acabó solicitando que su nombre se borrara del libro.

«Parece que Francisco no se fía de mí»

Gänswein narra en el libro que, de vuelta al monasterio, tras haber sido relevado de sus funciones, se lo comunicó a Benedicto XVI. Dice que la respuesta de este, en tono irónico, fue: «Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián».

Durante los primeros siete años de pontificado de Francisco, Gänswein mantuvo su cargo como prefecto de la Casa Pontificia y secretario privado de Benedicto XVI. En el libro, el arzobispo de 66 años escribe que nunca pudo alcanzar un «clima de confianza» con el nuevo Papa y que Francisco probablemente lo dejó en el puesto de prefecto durante tanto tiempo por respeto a Benedicto.

Como recoge Europa Press, Gänswein habla en este volumen de otro episodio que le hizo sentirse «humillado» cuando, según explica, Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita de 2014 a la comunidad de Sant’Egidio. «A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión», escribe. Asegura además que el hecho se convirtió en motivo de comentario por todo el Vaticano.

«Un dolor de corazón»

Las acusaciones de Gänswein en este libro se suman a las que ya vertió durante una entrevista a un periódico alemán pocos días antes de la muerte de Benedicto XVI. Entonces aseguró que el motu proprio de Francisco Traditionis custodes que delimita las celebraciones tradicionales supuso para el Papa emérito «un dolor de corazón».

El secretario personal de Benedicto XVI también asegura que el Papa empezó a plantearse su dimisión ya en 2011 durante la JMJ de Madrid. La decisión fue definitiva, como ya se sabe, tras su viaje a México y Cuba de 2012 tras una caída que sufrió al tropezarse con un felpudo en el baño.

Gänswein también asegura en el libro que cuenta con instrucciones precisas del Papa emérito sobre a quién debía dar qué, desde los manuscritos de su libros hasta los documentos del Concilio Vaticano II y su correspondencia. Algo que también Juan Pablo II dejó dicho a su secretario, el ahora cardenal Stanisław Dziwisz quien sin embargo decidió no hacerlo por el valor que constituían tales documentos.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, preguntado por Reuters, rehusó hacer cualquier comentario sobre el libro.