«El Papa tiene el corazón destrozado por Ucrania»
El cardenal Krajewski pasará esta Nochebuena en Kiev enviado por Francisco
Hace exactamente diez meses, Rusia atacó Ucrania bajo el eufemismo de «operación militar especial». Era la noche del 24 al 25 de febrero. Diez meses de calvario a los que el Papa Francisco no ha sido ajeno. Se cuentan por decenas sus intervenciones en contra de esta agresión, que no ha dudado en calificar de «cruel, repugnante, inhumana y sacrílega».
Entre los muchos gestos que en estos meses ha cumplido el Pontífice para mostrar su cercanía al pueblo agredido está su presencia a través del limosnero apostólico, el cardenal Konrad Krajewski, que pasará esta Nochebuena en Kiev. El limosnero está inmerso estos días en su quinta misión en el país enviado por el Papa. Partió el 17 de diciembre desde Roma con un cargamento de unos 40 generadores y cientos de camisetas térmicas para repartir entre la población. En medio de su trabajo, se ha comunicado con Francisco para ponerle al día sobre cómo está procediendo el trabajo: «Envié un mensaje de voz al Papa para explicarle qué hago cada día y dónde estoy. Me respondió inmediatamente con un mensaje muy largo para darme ánimos y para decirme que tiene el corazón roto por Ucrania».
En declaraciones a los medios vaticanos, el purpurado confesó que «está cansado» porque la misión está siendo dura. Desde que partiera de Roma hace una semana, ha conducido personalmente el vehículo con el que irá repartiendo el material humanitario entre Odesa, Zaporiyia y Kiev.
Hacer «lo que haría Jesús»
El cansancio anímico también va haciendo mella en el limosnero. El cardenal Krajewski explica que el Papa le ha consolado diciéndole que está haciendo «lo que haría Jesús, que siempre se ponía en el lugar de la gente que estaba enferma y que sufría. Compasión… Nosotros también debemos imitarle». «Este viaje no es fácil, la gente está sufriendo mucho. Todos los días me encuentro con los voluntarios, que son extraordinarios, como los que abren todo en cuanto llego al almacén. Y los bomberos que vienen a cargar el coche y no les importa si es la tercera, la cuarta vez al día… Verdaderamente, donde hay pecado, también hay mucha gracia», comenta el cardenal.
Pese a la labor extenuante, el limosnero asegura que está contento porque en estos días ha cumplido con el objetivo de llevar los generadores y las prendas de abrigo a muchas personas que viven sin electricidad, sin calefacción e incluso sin agua: «Es una gota, pero la gota va al río y del río al mar. Debemos razonar según la lógica del Evangelio. Nosotros hacemos las pequeñas obras, las grandes son del Señor».
El material que está repartiendo el cardenal Konrad Krajewski en Ucrania se ha comprado en parte gracias a una colecta mundial que lanzó el Vaticano el pasado 5 de diciembre. Se puede contribuir a través de este link eppela.com/projects/9302, y ya se han alcanzado casi los 180.000 euros. El Vaticano quería mandar un camión con el material una vez terminada la colecta, pero la respuesta ha sido tan buena que a mediados de diciembre ya fue posible enviar al cardenal Krajewski con un buen cargamento. No obstante, la colecta seguirá activa hasta el próximo domingo, 8 de enero.