«En las encrucijadas de nuestra historia actual no estamos solos, Dios nos envía a su Madre»
En la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el Papa hace una invitación a la fraternidad, a hacerse cargo unos de otros e ir al encuentro de los hermanos
El Papa Francisco ha animado a los creyentes a encomendarse a la Virgen en los tiempos difíciles y dolorosos que vive la sociedad actual y a apostar por la fraternidad y por dejar de lado la indiferencia y el egoísmo. Así lo ha hecho durante la Eucaristía con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América, en la basílica de San Pedro este lunes.
«Hace casi cinco siglos, en un momento complicado y difícil para los habitantes del nuevo mundo, el Señor quiso transformar la conmoción que suscitó el encuentro entre dos mundos diversos. Y lo hizo enviando a su Madre. Así llegó a las benditas tierras de América nuestra Señora de Guadalupe para consolar y atender las necesidades de los más pequeños, sin excluir a nadie», ha afirmado el Pontífice en la homilía.
Así, ha continuado, también hoy, «en las muchas y dolorosas encrucijadas de nuestra historia actual no estamos solos, Dios nos manda a la Madre de su hijo». Francisco ha constatado que transitamos por un «momento difícil para la humanidad», un periodo «repleto de fragores de guerra, crecientes injusticias, carestías, pobreza y sufrimiento».
«Y aunque este horizonte aparezca sombrío, desconcertante, con presagios de mayor destrucción y desolación, el amor y la condescendencia divinas nos dicen que también es un tiempo propicio de salvación, en el que el Señor, a través de la Virgen, sigue dándonos a su Hijo, que nos llama a la fraternidad, a dejar de lado el egoísmo, la indiferencias y el antagonismo, invitándonos a hacernos cargo los unos de los otros, e ir al encuentro de los hermanos y hermanas olvidados y descargados por nuestras sociedades consumistas y apáticas», ha señalado.
En este sentido, ha insistido en que la Virgen quiere quedarse con nosotros, que le permitamos ser nuestra madre: «Ella vino para acompañar al pueblo americano en este camino tan duro de pobreza, explotación, colonialismos socioeconómicos y culturales. Ella está en medio de las caravanas que, buscando libertades, caminan hacia el norte. Ella está en medio de ese pueblo americano amenazado en su identidad por un paganismo salvaje y explotador, herido por la predicación activa de un ateísmo práctico y pragmático».
Novena Intercontinental Guadalupana
El Papa también se ha referido a la Novena Intercontinental Guadalupana, que ha comenzado este lunes y que preparará la celebración del V Centenario del Acontecimiento Gudalupano en 2031. «Exhorto a los miembros de la Iglesia que peregrina en América, pastores y fieles, a participar en este camino celebrativo que se propone promover el encuentro con Dios a través de Nuestra Señora de Guadalupe, para la renovación del tejido social y eclesial de esos pueblos y comunidades», ha añadido.
Con todo, ha recalcado que la Virgen recuerda a América Latina que ha sido el Evangelio el que ha moldeado su alma y que la responsabilidad de los creyentes es «ser testigos creíbles del amor de Jesucristo y protagonistas decididos en la construcción de una nueva cultura que cuide, incluya y rehabilite».