Avanza la construcción de la iglesia de Abraham en Ur
Ya se ha completado el 30 % de un proyecto de 10.000 metros cuadrados que será «una casa común para todas las religiones abrahámicas»
Avanzan en Ur de los caldeos las obras de construcción de la iglesia impulsada tras la visita del Papa Francisco a Irak el año pasado. Se trata de un lugar de culto que será también una casa común para todas las religiones abrahámicas y un centro abierto al encuentro y al diálogo interreligioso.
Según informa AsiaNews, el encargado del proyecto, Talib al-Rikabi, ha subrayado que en tres meses se ha logrado completar «alrededor del 30 %» de las obras de construcción de la iglesia. El experto ha añadido que el edificio «se levantará sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados e incluirá una gran sala de 600 metros cuadrados, a lo que se añadirá un campanario de 23 metros de altura».
El pasado mes de julio, cuando comenzaron las obras, el vicegobernador de Dhi Qar, Ghassan al-Khafaji, explicó que «la iglesia estará dedicada a Ibrahim Al-Khalil, o “Amigo de Dios”, que es el epíteto con el que se identifica a Abraham. Él es el padre de los profetas y nació en esta tierra». La amplia sala interconfesional será rebautizada como Pope Francis Hall en honor al Papa, siguiendo las instrucciones del patriarca caldeo, el cardenal Louis Raphael Sako.
Para avanzar con la obra se cuenta con donaciones de particulares como las de un rico empresario iraquí, quien destinó a este fin casi dos millones de euros. La iglesia estará flanqueada por una mezquita, como parte de la iniciativa destinada a la coexistencia pacífica entre religiones.
La noticia del avance en la construcción en este nuevo centro religioso se une a la celebración, el pasado mes de noviembre, por parte de la comunidad cristiana de Mosul del regreso del toque de campanas en la iglesia de San Pablo. Los fieles pudieron escuchar el tañido de campanas, que hizo sonar monseñor Najib Mikhael Moussa, arzobispo de la metrópoli. La campana quedó intacta gracias a una familia musulmana de la ciudad que la preservó de la furia devastadora de los milicianos del Dáesh. La iglesia de San Pablo fue destruida por el Dáesh, pero volvió a abrir sus puertas en 2019 y actualmente es la sede de la arquidiócesis caldea de Mosul.