Benedicto XVI cumple 85 años, y la Iglesia celebra sus siete años de pontificado. Un pontificado que va dejando profunda huella - Alfa y Omega

Benedicto XVI cumple 85 años, y la Iglesia celebra sus siete años de pontificado. Un pontificado que va dejando profunda huella

«¡Cómo pasa el tiempo!». Esta expresión, por más manida que esté, se adapta muy bien a este pontificado. El 19 de abril, Benedicto XVI celebrará siete años desde que los cardenales le escogieron como inmediato sucesor de Juan Pablo II

Jesús Colina. Roma
Benedicto XVI, el día de su elección como Papa, el 19 de abril, de 2005.

El próximo día 16, Benedicto XVI cumplirá 85 años. Lo que los vaticanistas llamaron un pontificado de transición se ha convertido en una estación de la historia de la Iglesia, capaz de crear una huella profunda. Así lo demuestran, por ejemplo, los 23 Viajes apostólicos a los cinco continentes (tres de ellos a España), las 25 Visitas apostólicas dentro de Italia, y sus nuevos proyectos, como el confirmado viaje al Líbano para el próximo mes de septiembre. Un pontificado que está caracterizado por la extraordinaria calidad de los escritos del Mozart de la teología, como son sus dos volúmenes sobre Jesús de Nazaret (el segundo, un auténtico best seller mundial, con el tercer y último volumen ya en fase de retoques), su libro entrevista con Peter Seewald, Luz del mundo, o sus dos grandes encíclicas sobre el amor y la esperanza (y ya prepara una sobre la fe).

Ha sido también un pontificado en el que Benedicto XVI se ha mostrado como hombre de gobierno, al afrontar algunos de los problemas más complicados que ha vivido recientemente la Iglesia, como ha demostrado su respuesta contundente ante los casos de pedofilia en que estuvieron implicados algunos sacerdotes. Un pontificado que, con su guía, ha servido para dar nuevo impulso al ecumenismo, superar las separaciones entre los cristianos y para unir a los creyentes de todas las religiones al servicio de la paz.

Todos estos elementos han quedado recogidos en un libro, que se acaba de publicar en Alemania con el título Benedicto XVI. Personalidades hablan del Papa (Media Maria Verlag). El libro fue presentado, el 9 de abril, al mismo Pontífice, por el antiguo presidente de su Baviera natal, Edmund Stoiber. Sus autores, personajes famosos de Alemania, entre los que se encuentran el antiguo jugador de fútbol Franz Beckenbauer y el actual ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, confiesan su admiración por Benedicto XVI.

Monseñor Georg Gänswein.

Al entregar el libro al Papa, Stoiber confesó a los micrófonos de Radio Vaticano: «Yo estudiaba Derecho en los años 60, pero seguía con mucho interés las clases del Karl Rahner. Después descubrí a otro profesor, precisamente Joseph Ratzinger. Me impresionó el hecho de que sus clases eran seguidas por muchísimos estudiantes. En aquella época, es decir, en 1968, esto no era algo nada normal».

El libro recoge testimonios como el del empresario Claus Hipp, o el de la campeona olímpica de esquí Maria Höfl-Riesch, y el de políticos como Christine Haderthauer, Christine Lieberknecht, o Werner Münch. Pero quizá el artículo que ha suscitado más interés ha sido el del propio secretario personal del Papa, también teólogo y discípulo de Ratzinger, monseñor Georg Gänswein, quien quiso personalmente presentar el libro el 15 de marzo en el Presse Club, de Munich. Al definir el estilo de este Papa, su secretario confió a los periodistas: «El Santo Padre vive con una suavidad desarmante, suavissime in modo. Fuerte en el fondo, suave en el tono. Es típico del Santo Padre que nunca dice que algo sea falso o que se haya cometido un error. No, preserva siempre la dignidad del contrario, sugiere más bien: Le propongo que vea esto de esta y de esa manera».

En respuesta a las preguntas de los reporteros, el secretario del Papa sostuvo que Benedicto XVI se mantiene muy bien informado de lo que pasa en el mundo y en la Iglesia. Pero añadió que, además de la prensa, que a veces distorsiona los acontecimientos, tiene, sobre todo, datos internos, que le permiten saber que la Iglesia crece, y de forma intensa, en Asia, África e Iberoamérica… Precisamente donde se encuentra con más dificultades.

Monseñor Gänswein se despidió con un consejo, para descubrir al auténtico Benedicto XVI: «Lean el libro».