El Salvator Mundi tendrá su museo en Arabia Saudita
El famoso y polémico cuadro atribuido a Leonardo da Vinci es la pintura más cara del mundo. Desde su compra por parte del príncipe saudí Bin Salman el retrato no se ha vuelto a ver en público
Resulta curioso que siendo uno de los pocos países que no mantienen relaciones diplomáticas con el Vaticano y en el que no hay libertad de culto, vaya a ser el país que construya una entera pinacoteca entorno a un cuadro que representa a Cristo. Parece que el famoso Salvator Mundi, atribuido a Leonardo da Vinci, tendrá su museo en Arabia Saudita en menos de 24 meses.
Así lo ha revelado el historiador Martin Kemp, profesor emérito de la Universidad de Oxford y el académico que avaló la autoría de Da Vinci de este famoso retrato de Cristo. Kemp habría sido convocado por los sauditas para colaborar en la construcción de la pinacoteca, especialmente, en lo referente a la sala que albergaría la joya de la corona, el polémico Salvator Mundi.
El cuadro, adquirido en 2017 en una subasta por el príncipe heredero saudita, Mohammed Bin Salman Al Saud, fue comprado por 450 millones de dólares convirtiéndose en la que es, hasta ahora, la obra de arte más cara del mundo. Sin embargo, no fue su desorbitado precio el principal argumento de la controversia entorno a la pintura. La polémica procede de las dudas sobre su autoría. Para algunos expertos, detalles como los pliegues de los ropajes o la rigidez de los dedos no se corresponderían con la destreza de Da Vinci. Otros consideran posible que el cuadro fuera pintado por los alumnos del taller del genio y que este tan solo hubiera añadido algunos retoques de su propia mano. Esta es la tesis que sostenían los especialistas del Museo del Prado. Según un documental francés, también el museo del Louvre opinaría de la misma forma sobre el cuadro degradándolo a mera obra del taller de Da Vinci y no a original del genio renacentista.
Lo cierto es que el misterio envuelve a la pintura. Desde que la comprara el heredero saudí, no ha vuelto a verse en público. Podría estar a buen recaudo en uno de los almacenes de Suiza de la familia real saudí o incluso, según otras fuentes, podría encontrarse en el yate del príncipe heredero. Lo cierto es que se desconoce su paradero, pero la intención de la casa Saud es que sea el principal atractivo del museo que exhibirá la colección de arte de la familia.
Antes de que adquiriera el cuadro Bin Salman pertenecía a un consorcio de comerciantes de arte de la ciudad norteamericana de Nueva Orleans que lo habían comprado en 2005 por poco menos de 1.200 dólares. Entonces la pintura estaba sucia y dañada y nadie pensaba que pudiera tratarse de una obra de Da Vinci. En todo caso, la hipótesis que manejaban estos compradores es la de que fuera una copia de un original. La imagen se restauró y en 2011 la National Gallery de Londres la exhibió en una muestra sobre Leonardo Da Vinci atribuyéndola sin duda al maestro italiano. Dos años después la compró un magnate ruso por unos 130 millones de dólares.